Fallece Antonio Troitiño, sanguinario etarra del comando Madrid autor de 22 asesinatos

muerte Antonio Troitiño
El histórico etarra Antonio Troitiño. EFE.

Antonio Troitiño, antiguo integrante del comando Madrid de ETA, ha fallecido de cáncer este viernes en Irun (Gipuzkoa), diez meses después de ser puesto en libertad condicional para favorecer su tratamiento. Este sanguinario etarra al que se le atribuyen 22 asesinatos, fue condenado a penas que sumaban más de 2.000 años. Permaneció 28 años de sus 64 años de vida en prisión.

La asociación de familiares de presos de ETA Etxerat ha informado, en un comunicado, de la muerte de Troitiño, que se ha producido en el hospital comarcal de Irun «como consecuencia de la grave enfermedad que padecía».

Fue arrestado en enero de 1987 junto a otros históricos del comando Madrid y excarcelado en abril de 2011 en aplicación de la conocida como «doctrina del doble cómputo penal», una decisión revocada días después, aunque Troitiño ya había huido a Londres.

Tras su extradición en mayo de 2017, Troitiño volvió a ser condenado en marzo de 2018 a 5 años, 11 meses y 29 días de prisión por reintegrarse en ETA.

El pasado mes de enero el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional decretó su puesta en libertad condicional para facilitar el tratamiento de quimioterapia que necesitaba, que el recluso había abandonado.

Troitiño, de 64 años, era hermano de otro etarra, Domingo, que también tiene 21 asesinatos a la espalda. Los dos se criaron en Palencia pero se mudaron con sus padres a la localidad guipuzcoana de Irún donde acabaron entrando en la banda terrorista.

Prisiones traslada al País Vasco a 5 etarras y 108 siguen en el resto de España

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha acordado el traslado de cinco etarras a cárceles del País Vasco, por lo que aún quedan en prisiones del resto de España un total de 108 reclusos de la banda terrorista.

Una de ellos es Lexuri Gallastegi Sodupe, que será trasladada desde Zaragoza a una prisión vasca y que cumplirá las tres cuartas partes de la condena en junio de 2031.

Gallastegi está condenada, entre otros delitos, por el atentado en 2001 contra el subsecretario general de Policía Científica Juan Junquera, en el que este y otras 96 personas resultaron heridas.

Por su parte, Gorka Joseba Lupiañez cumplirá el resto de su condena en una prisión vasca cuando sea trasladado desde la de Logroño.

Fue condenado por secuestrar a una familia española en Francia y robar su autocaravana, que fue cargada por otros etarras con explosivos y explosionada en Castellón el 26 de agosto de 2007.

José María Novoa Arroniz se encuentra ahora en León y seguirá cumpliendo su condena en Euskadi por el asesinato en Vitoria en 1998 del subteniente de la Guardia Civil Alfonso Parada Ulloa.

Novoa era una de los terroristas integrantes de la denominada «caravana de la muerte», dos furgonetas bomba que tenían como destino Madrid.

Desde Logroño será trasladado Jon Joseba Troitiño, que fue condenado a 268 años de cárcel por atentar en junio de 2003 contra los hoteles Bahía de Alicante y Nadal de Benidorm, en unas acciones que causaron 14 heridos.

Mientras, Zigor Blanco, ahora en Asturias, será trasladado al País Vasco para terminar de cumplir su condena de 22 años por un ataque con cóctel molotov a una patrulla de la Ertzaintza en Portugalete (Bizkaia) en 2001.

Una vez más, la Asociación Víctimas de Terrorismo (AVT) ha criticado, en un comunicado, estos traslados, con los que Pedro Sánchez ha retomado «su agenda carcelaria para continuar con su hoja de ruta y llenar las cárceles del País Vasco y Navarra de presos etarras».

Según sus cálculos, alrededor del 50 por ciento de los presos de ETA están ya en País Vasco (73) y Navarra (13).

«Estos traslados no hacen otra cosa que evidenciar lo que desde la AVT llevamos denunciando desde hace mucho tiempo: presos por presupuestos», concluye la asociación.

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