El ‘faker’ a sueldo Alvise estaba en busca y captura cuando obtuvo su escaño de eurodiputado

Se presentó a las elecciones europeas y recogió su acta de eurodiputado tras haber sido declarado en rebeldía por un juzgado

Alvise busca y captura
Alvise Pérez en el Parlamento Europeo. (EFE)
Roberto Pérez
  • Roberto Pérez
  • Periodista y licenciado en Ciencias Políticas. Especialista en sector público, economía política y presupuestaria, e instituciones político-administrativas. Trabajó para Agencia Efe y Cope, ejerció durante más de 20 años en ABC -etapa que incluyó el ejercicio temporal de la corresponsalía de Nueva York- y actualmente es subdirector de OKDIARIO.

El faker a sueldo Luis Pérez Fernández, conocido como Alvise Pérez, consiguió su escaño de eurodiputado el verano pasado pese a que se encontraba declarado en rebeldía por la Justicia y pesaba sobre él una orden de búsqueda y captura. Según ha confirmado documentalmente OKDIARIO, esa orden fue dictada por un juzgado de León, después de que Alvise Pérez ignorara las citaciones que le cursó el tribunal para que compareciera en calidad de acusado de un delito de calumnias.

El caso se remonta al año 2023. Alvise Pérez sumó a su lista de bulos y condenas un episodio más: vinculó al secretario general del PSOE de León y diputado nacional, Javier Alfonso, con el caso Tito Berni. El parlamentario denunció las falsedades lanzadas contra él por Alvise Pérez y decidió llegar hasta el final para que el faker respondiera ante la Justicia por esas difamaciones. Javier Alfonso presentó una querella por delito de calumnias contra Alvise Pérez y el juzgado de Instrucción número 4 de León abrió diligencias. La Fiscalía se sumó a las actuaciones.

La titular de este juzgado, María Teresa de la Peña, requirió a Alvise Pérez para que se personara y prestara declaración. Es una parte esencial en el procedimiento que está reglado en la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Ignorar esa citación en calidad de imputado es una falta grave, recogida en esa misma ley. Pese a ello, Alvise Pérez ignoró por completo esa obligación ante la jurisdicción penal, así que la jueza instructora lo declaró en rebeldía y dictó una orden de busca y captura contra él. Dicha orden fue cursada el 3 de julio del presente año. Es decir, cuando Alvise se encontraba ya inmerso en su particular carrera política para obtener escaño en el Parlamento Europeo bajo la marca de Se Acabó la Fiesta.

«Ignorándose el paradero actual del acusado Luis Pérez Fernández se decretó su búsqueda y captura para declaración como investigado…», arranca ese auto judicial en el que se declaró en rebeldía a Alvise Pérez el 3 de julio. Y en rebeldía ha permanecido durante meses hasta que, esta semana, la Guardia Civil ha dado con él cuando se encontraba en una casa rural de la sierra madrileña. Los agentes, tras comprobar que estaba alojado en ese inmueble, detectaron que tenía pendiente una orden de localización dictada por esa jueza de León y procedieron a localizarlo a los efectos oportunos.

Los hechos constatan que Alvise Pérez, que acumula varias condenas por bulos o informaciones que han atentado contra el honor de terceros, se movió libremente haciendo su particular campaña electoral de las europeas cuando se encontraba declarado judicialmente en rebeldía. Y como tal adquirió la condición de eurodiputado con la que ha pasado a ostentar una condición especial ante la Justicia: disfruta de inmunidad parlamentaria, así que cualquier causa penal que se siga contra él –como contra cualquier otro eurodiputado– exige de la concesión del suplicatorio por parte de la Eurocámara. Y la causa, en el caso español, dada su condición de aforado, debe ser seguida por el Tribunal Supremo y no por tribunales de instancia inferior.

De ahí que las diligencias que abrió el juzgado de Instrucción número 4 de León hayan pasado al Tribunal Supremo. La jueza se inhibió a favor del Alto Tribunal tras conocer que Alvise Pérez había adquirido la condición de eurodiputado.

Cobro de dinero negro

Mientras tanto, otro viscoso caso acecha al líder de Se Acabó la Fiesta, acusado directamente de haberse embolsado 100.000 euros de dinero negro abonado por el cabecilla de un chiringuito financiero al que el propio Alvise apadrinó. Ha sido el propio fundador de Madeira Invest Club, Álvaro Romillo (alias Luis Cryptospain) quien ha desvelado ese pago en metálico, que se habría realizado por tanto fuera del control contable al que la ley obliga a los partidos políticos.

Atosigado por las sospechas que pesan sobre ese club financiero, que cerró sorpresivamente la semana pasada dejando cientos de afectados, Romillo ha dirigido un escrito a la Fiscalía en la que aporta detalles económicos muy comprometedores para Alvise y en el que, además, le comunica que quiere colaborar con la Justicia y que está dispuesto a liquidar sus bienes para resarcir, en la medida de lo posible, a los cientos de damnificados que ha dejado Madeira Invest Club.

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