Exteriores renuncia a abrir una embajada en Palestina porque los diplomáticos quieren vivir en Israel
Ni embajada ni consulado en Cisjordania: los diplomáticos quieren seguir en Israel, más "seguro" y con mayor calidad de vida
España ya reconoce a Palestina como estado desde que el Gobierno de Pedro Sánchez lo hiciese oficial este martes en el Consejo de Ministros. La decisión, sin embargo, tendrá de momento muy poco recorrido práctico en el campo diplomático. De hecho, ni siquiera se abrirá una embajada en Palestina, en la ciudad cisjordana de Ramala, capital administrativa de la Autoridad Nacional Palestina. Entre otras cosas porque los diplomáticos que ya prestan servicio en el Consulado General de Jerusalén o en la embajada de Tel Aviv no quieren dejar de vivir en territorio de Israel.
«Es absurdo reconocer a Palestina y no abrir una embajada que así lo certifique, como ha hecho Irlanda», explican fuentes de Exteriores consultadas al valorar la decisión del Gobierno de no desplegar una sede diplomática en suelo palestino como gesto a esa oficialidad anunciada por Sánchez. Pese a que esa era la intención inicial de Moncloa y de Exteriores, finalmente se ha desechado esa idea.
Según apuntan fuentes diplomáticas, tras la decisión hay cuestiones políticas y también puramente prácticas: la embajada en Ramala se nutriría de personal del Consulado General en Jerusalén e incluso de la embajada de Tel Aviv. Y entre ese personal, dicen, nadie se quiere mudar de las principales urbes de Israel a Cisjordania. Por cuestiones de «nivel de vida y seguridad», indican. Eso obligaría a buscar personal en Madrid o ya destinado en otros países, elevando el coste de la medida.
Además, dicen, no sería una embajada «deseable» para un diplomático. Vivir en Cisjordania, explican, supone diversos inconvenientes para la tarea del personal diplomático. Por ejemplo, para coger un avión es necesario cruzar a Jordania o solicitar un permiso a Israel para volar desde el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv.
Irlanda, sin embargo, sí ha anunciado su intención de abrir una embajada en Ramala. De hecho, el gobierno irlandés ya está buscando un embajador que se haga cargo de esa delegación. En Ramala ya hay cerca de 40 embajadas de países que ya reconocen Palestina.
Respuesta de Israel
Nada más anunciarse el reconocimiento oficial de Palestina este pasado martes, Israel respondió con otra medida diplomática contra España. El ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, ya había anunciado que queda prohibido al consulado español en Jerusalén «prestar servicios a los palestinos».
Además, Israel ha dado orden de certificar que la conexión entre la Embajada de España en Tel Aviv y los territorios palestinos queda cerrada. El titular de Exteriores israelí expresó que la voluntad de su Gobierno es «cortar la conexión entre la representación de España en Israel y los palestinos».
También ha influido en esta decisión el vídeo publicado por la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, quien para apoyar esa medida hizo un discurso propalestino con el lema usado por los terroristas de Hamás: «Desde el río hasta el mar».
Ese lema hace referencia a la aspiración de los radicales palestinos de quedarse con todo el territorio entre el río Jordán y el mar Mediterráneo que incluye Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza. Es decir, implicaría la eliminación, el exterminio, de los israelíes.
Además, tras oficializarse el anuncio, el Gobierno de Israel ha amenazado con «hacer daño a los que le hagan daño», haciendo hincapié en que «los tiempos de la Inquisición han terminado» y ha detallado que la orden que prohíbe al Consulado de España en Jerusalén dar servicio a los palestinos entrará en vigor el 1 de junio, en el marco de la respuesta israelí a la decisión de Madrid reconocer el Estado de Palestina.