ETA planeó ordenar la muerte de Ortega Lara a través del diario de la portavoz de Bildu socia de Sánchez
La Guardia Civil ha remitido un informe a la Audiencia Nacional en el marco de la investigación sobre el caso Miguel Ángel Blanco donde recoge cómo ETA planeaba poner fin al cautiverio del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, secuestrado por ETA durante 532 días. La orden iba a ser transmitida por la cúpula de ETA en un mensaje encriptado publicado en el periódico batasuno Egin, en el que fue redactora jefa y editorialista la ahora portavoz de Bildu en el Congreso y socia de Pedro Sánchez, Mertxe Aizpurua.
Precisamente, este viernes 1 de julio de 2022 se cumplieron 25 años de la liberación de Ortega Lara por parte de la Guardia Civil. Según el nuevo informe del Instituto Armado, al que ha tenido acceso OKDIARIO, los etarras del comando Goierri, entre los que se encontraba el sanguinario Jesús María Uribetxeberria Bolinaga, tenían clavado en la puerta del zulo un manuscrito con dos mensajes: asesinar o dejar en libertad al rehén. El plan era esperar a que llegara la comunicación en clave de alguna de estas dos consignas por parte de la cúpula de ETA a través del diario Egin, donde hizo carrera la socia proetarra de Sánchez antes de dirigir Gara.
La Guardia Civil alude en el informe a un «documento especialmente clarificador sobre el poder de mando que el Comité Ejecutivo de ETA ostentaba en el comando Goierri que secuestró y custodió durante su cautiverio a Ortega Lara». El escrito, añade la Benemérita, fue incautado a los integrantes de dicho comando.
Este documento, según los investigadores de la lucha antiterrorista, «se trataba de una cuartilla manuscrita grapada a la entrada del habitáculo donde se mantenía secuestrado a Ortega Lara y en la que figuraban dos textos separados entre sí». El primer texto, señala la Guardia Civil, situado en la parte superior del papel se encontraba redactado en euskera y contenía la siguiente inscripción: «Txoria askatu» (deja en libertad al pájaro). Mientras que el otro decía «Txoria bota», que significa «dispara al pájaro». El primero suponía que ya podían liberar al funcionario y, el segundo, que debían asesinarlo.
Según apunta la Guardia Civil, los pistoleros del comando que tenían secuestrado a Ortega Lara esperaban «las órdenes de los máximos responsables de ETA en cuanto al futuro del funcionario de prisiones». Esta comunicación sería recibida a través de Egin, el periódico donde la hoy socia de Pedro Sánchez ostentó responsabilidad.
«Los miembros del comando tenían que leer en la sección de anuncios del diario Egin y si en la misma figuraba alguno de los mensajes (encriptados) señalados, debían cumplir las órdenes que figuraban junto a los mismos, emanadas de la dirección de ETA: o poner en libertad («Txoria askatu») o disparar («Txoria bota») al secuestrado», subrayan los agentes de la Guardia Civil.
Querella
Este informe de la Benemérita ha sido incorporado a la causa sobre el asesinato del concejal del Partido Popular Miguel Ángel Blanco que se investiga en el Juzgado Central de Instrucción número 6 a partir de una querella interpuesta por el abogado Miguel Ángel Rodríguez, de la Asociación Dignidad y Justicia. Los investigadores, con el objetivo de esclarecer la responsabilidad de la Zuba -Comité Ejecutivo- de la banda en el asesinato del joven concejal del PP en 1997, profundizan en otras «acciones terroristas» realizadas por ETA, entre ellas el rapto de Ortega Lara, para analizar el modus operandi de la organización terrorista. La reacción de los pistoleros al tremendo golpe que recibieron con la liberación de Ortega Lara fue el secuestro de Miguel Ángel Blanco y su asesinato aquel fatídico 13 de julio.
Ortega Lara, nacido en 1959, fue abordado el 17 de enero de 1996 en el garaje de su vivienda en Burgos cuando regresaba de su trabajo en la cárcel de Logroño. Tres etarras, entre ellos Bolinaga, le introdujeron en el maletero de su coche y le trasladaron en un camión -iba oculto en una máquina especialmente preparada- hasta un zulo en una nave industrial de Mondragón (Guipúzcoa). Tres días más tarde de su desaparición, ETA reivindicó el secuestro en una llamada telefónica al mismo diario Egin.