Cospedal: «El aforamiento no es un privilegio y el CGPJ no puede depender de las asociaciones de jueces»
La secretaria general del PP y ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, habla en esta entrevista para OKDIARIO sobre la supresión de los aforamientos e indultos a políticos. Cospedal también responde a las preguntas de Eduardo Inda y Carlos Cuesta sobre el sistema de elección de los miembros del Consejo General del Poder Judicial.
P.- ¿Usted es partidaria de que se eliminen los aforamientos? ¿Es favorable de que esté prohibido por ley otorgar indultos a políticos? Y, además, como abogada del Estado, ¿es partidaria de que el CGPJ lo decidan íntegramente los políticos o que, tal y como señala el espíritu y la letra de la Constitución, sean 12 miembros elegidos por jueces y fiscales y otros 8 por el Parlamento?
R.- Los aforamientos son una institución creada en las democracias para que los parlamentarios tengan la libertad de decir lo que crean que tienen que decir y no sean perseguidos por sus ideas. Y, en ese sentido, yo creo que tienen que continuar. Sé que está de moda decir lo contrario. Pero yo creo que se tiene que mantener, y que es una garantía de la libertad de expresión y de la libertad política.
P.- En EEUU no existen, en Alemania, lo tiene el presidente de la República, en Francia, el presidente y los ministros…
R.- Y en otros muchos sistemas parlamentarios, sí existe. Todo es opinable. También le digo, el aforamiento es para delitos que tengan que ver con la actividad política, pero no para delitos comunes. Por otra parte, aunque esto tampoco sea muy popular decirlo, el aforamiento también sirve para que determinadas entidades o asociaciones no puedan utilizar los tribunales a su antojo para hacer política con los tribunales. También se traslada a la opinión pública la idea de que el aforado tiene un trato de preferencia. Y es exactamente lo contrario. Cuando uno está aforado, pierde una instancia de recurso. Estar aforado no quiere decir que no te vayan a juzgar. Te juzgan, y te juzga el tribunal que está constituido por el estadio más alto del poder judicial y por los jueces más profesionales y considerados en la carrera, que es el Tribunal Supremo. El aforamiento no es de ninguna manera un privilegio.
P.- A ustedes no les juzgan los jueces naturales, eso tendrá que convenirlo conmigo…
R.- Bueno, pero eso es tanto como negarle legitimidad al Tribunal Supremo y a los tribunales superiores de justicia de las comunidades autónomas.
P.- No, yo no les quito legitimidad. Lo que digo es que ustedes tendrían que ser juzgados por los mismos jueces que el resto de los ciudadanos…
R.- No, mire usted, yo creo que para evitar la politización de la Justicia, que tanto estamos viendo de denuncias falsas, calumnias, injurias y cosas que muchas veces no tienen que ver con la actividad política y de personas que intentan ganar en los tribunales lo que pierden en las elecciones, el aforamiento tiene una significación. Otra cosa es que digamos que se tiene que circunscribir, y nosotros en eso estamos de acuerdo y lo hemos dicho siempre, a aquello que tenga que ver con la actividad política.
El debate de la corrupción
P.- ¿Y está incluida ahí la corrupción?
R.- Bueno, depende de lo que entienda usted por corrupción…
P.- Robar dinero público.
R.- Bueno sí. Pero también hay una cosa que es la corrupción administrativa, que cuando se le aplica a algunos dicen que son fallos administrativos, que no es corrupción. No, robar dinero todo el mundo sabe lo que es.
P.- Lo dice por los ERE…
R.- Por ejemplo. O por determinados asuntos en los que se ven inmersos los partidos políticos nuevos que dicen que no, que eso son temas administrativos.
P.- ¿Lo dice por Podemos?
R.- Y no solo por Podemos.
P.- ¿Por Ciudadanos también?
R.- También, claro. Entonces, yo creo que todo el mundo tiene que estar medido por el mismo embudo. Pero también le tengo que decir, ¿qué hacemos con los jueces? Porque también están aforados.
P.- Yo creo que tendrían que ser como todos los ciudadanos…
R.- ¿Y qué hacemos con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado?
P.- Tendrían que ser como el resto de los ciudadanos…
R.- Bien, pues yo creo la solución que se dé tiene que ser coherente, pero para todos. Tratar de inculcar en la opinión pública que es un privilegio para los políticos, me va a perdonar, pero no lo comparto.
P.- Sobre los indultos a políticos…
R.- Que yo conozca no se han dado indultos a políticos por temas de corrupción.
P.- Bueno, el caso Pallerols (Unió Democrática). Lo dio el señor Gallardón al inicio de la legislatura.
R.- Bueno, ese caso concreto no lo conozco.
P.- Usted no estaba en el Gobierno…
R.- No. Pero, por lo que yo conozco, desde luego indultos a políticos y por temas de corrupción no se ha dado ninguno. Y el indulto, por su propia naturaleza, cuanto más reglado esté, menos se dan. Pero es que ya son muy pocos…
P.- No, últimamente, con el señor Catalá es verdad que se han dado cero.
R.- Desde hace muchísimo tiempo.
«El CGPJ no está politizado»
P.- ¿El CGPJ lo tienen que elegir los políticos, para que esté politizado como en estos momentos?
R.- Yo no comparto esa cuestión, pero en fin…
P.- Ya veo que no compartimos en este asunto casi nada.. Pero digo, ¿sus miembros tienen que ser elegidos 12 a 8 como marca el espíritu y la letra de la Constitución o sólo los políticos?
R.- Pues el CGPJ tiene que ser un órgano que actúe como un auténtico gobierno de los jueces Y como funcionaba al principio de nuestra democracia, tenía un sistema de elección, que todos conocíamos y que luego fue cambiado por el PSOE en época de Felipe González.
P.- Año 85, con el ministro Ledesma, que ahora es miembro del Consejo de Estado.
R.- Exactamente. Lo que ha ocurrido después es que ha habido intentos de cambiar el modo de elección y se pasaba de un sistema donde había algunos miembros que eran elegidos por la soberanía popular, que es el Congreso y el Senado, a ser elegidos por asociaciones de jueces que, en el argot popular, a unas se las llama conservadoras, a otras progresistas… Y ahí ha estado el problema.
P.- ¿Y entonces?
R.- Entonces, habrá que buscar otra que nos satisfaga a todos. La alternativa que se planteó en su día de que no sean los presentantes de los ciudadanos, sino las asociaciones, que se supone que tienen tendencias políticas, los que elijan, francamente, creo que eso no es nada deseable. Porque al fin y al cabo ¿estos señores a quién representan?
P.- Pero al juez se le supone el nivel intelectual suficiente para elegir a los mejores ¿no?
R.- Si, yo también lo creo, firmemente. Por eso, en la propuesta que en su día hizo el PP solicitamos que las asociaciones propusieran sus candidatos al Congreso y al Senado, y que además, para garantizar la independencia, hubiera una parte que no la propusiera ninguna asociación. ¿Y sabe usted el único partido que cumplió con ese compromiso? El mío, el Partido Popular.