Uxue Barkos antepone la ikurriña a la Ley para gusto de sus socios proetarras

La presidenta de Navarra, Uxue Barkos, y el lehendakari Iñigo Urkulli. (Foto: Gobierno de Navarra)
La presidenta de Navarra, Uxue Barkos, y el lehendakari Iñigo Urkulli. (Foto: Gobierno de Navarra)

«El escudo de Navarra está formado por cadenas de oro sobre fondo rojo, con una esmeralda en el centro de unión, de sus ocho brazos de eslabones y, sobre ellas, la Corona Real, símbolo del Antiguo Reino de Navarra. La bandera de Navarra es de color rojo, con el escudo en el centro». Es el textual del artículo 7 de la Ley Orgánica 13/1982, de 10 de agosto, de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral (LORAFNA).

El pasado martes, Uxue Barkos, máxima responsable de cumplir y hacer cumplir la Ley en este territorio, defendió que la ikurriña es un símbolo «sentido como propio por muchos navarros» y «una realidad» con la que se tiene que «aprender a convivir». La presidenta admitió que su Gobierno trabaja para que la enseña vasca ondee en las instituciones que así lo quieran de forma «mayoritaria».

La Ley Foral 24/2003, de 4 de abril, de símbolos de Navarra, en su artículo 6.2. expone: «El uso público de la bandera de Navarra como distintivo de edificio o sede administrativa excluye el uso conjunto y simultáneo de cualquier otra con ella, salvo la de España, la de Europa, y la oficial en cada una de las Entidades Locales de Navarra, cuando ello proceda legalmente, salvo lo previsto en el artículo 8.3.».

No «impondrá», pero tampoco «impedirá»

El 8.3. al que dirige el 6.2. señala que «extraordinariamente, podrá acompañar a las otras citadas banderas, pero nunca colocarse en solitario, la representativa de otros Países, Comunidades Autónomas o entidades locales, cuando éste sea un acto de cortesía con autoridades de dicho País, Comunidad o entidad local invitadas oficialmente por la autoridad competente del territorio anfitrión y durante el periodo de su visita oficial, o en celebraciones ocasionales de hermanamiento entre entidades locales y por el tiempo de dicha celebración».

Por tanto, Barkos anima a incumplir la normativa vigente hasta que, si así lo hace, la derogue y modifique (a lo que se ha comprometido) para restar peso a la bandera de la región que dirige en detrimento de la de los vecinos, atendiendo la demanda de Bildu y sus votantes, minoritaria en relación con el apoyo a fuerzas constitucionalistas, a tenor de los resultados de mayo.

Este lunes, preguntada por el asunto en Radio Euskadi, ha querido rebajar la polémica asegurando que no «impondrá» la ikurriña porque, ha reconocido, «no es sentida de forma mayoritaria», pero, se mantiene, «Navarra es muy diversa y en algunos municipios ondea por derecho propio y no debe impedirse por ley».

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