Bárcenas afirma que Rajoy fue quien ordenó cortar con Correa

Bárcenas afirma que Rajoy fue quien ordenó cortar con Correa
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Lo ha llamado «contabilidad extracontable», en un intento de no pronunciar la expresión «contabilidad ilegal» o «contabilidad b»… al menos, de inicio. Pero según han ido pasando las más de siete horas que Luis Bárcenas ha estado declarando ante la fiscal del caso, el ex tesorero del Partido Popular ha ido cediendo a la realidad y sí ha llegado a referirse a las cuentas que constan en los llamados ‘papeles de Bárcenas’ como la «caja b del PP».

Y lo ha hecho para justificar algunas de las operaciones por las que se le acusa en el ‘caso Güertel’, cuya trigésima sesión del juicio oral se celebraba este lunes en la sede de la Audiencia Nacional.

Bárcenas, que se enfrenta a 42 años de prisión, se ha desvinculado a sí mismo y a los miembros del PP de las comisiones que supuestamente recibieron de manos del cabecilla de Gürtel a cambio de adjudicar contratos públicos a empresarios.

Dos empeños ha demostrado perseguir Luis Bárcenas en esta primera jornada de su declaración –ésta se reanudará el martes a las 10.00 horas–, y son exculpar de todo a su mujer, Rosalía Iglesias, y desviar la responsabilidad a su antecesor como tesorero del PP, el hoy impedido e inimputable Álvaro Lapuerta.

Como anticipó OKDIARIO, se ha cumplido el guión del acuerdo al que han llegado Bárcenas y la dirección de Génova 13, y es declarar que las decisiones de todo lo que pueda ser delictivo –más allá de que lo logre demostrar la Fiscalía o no– a Lapuerta. Y como también anunció este periódico, Bárcenas ha clarificado siempre que ha tenido ocasión –e incluso en ocasiones que no tenía mayor trascendencia aclararlo– que su esposa «no tomaba parte en ninguna decisión, sólo firmaba lo que yo le pasaba,  punto».

En todo momento, el ex tesorero ha negado que su mujer, Rosalía Iglesias –también acusada en el juicio–, tenga cualquier responsabilidad en los delitos que se le imputan e incluso ha dicho que era él quien firmaba por ella su declaración tributaria con un «garabato».

La declaración del acusado ha tenido mayor interés mediático por la mañana, cuando Bárcenas ha dado los dos titulares principales. Uno, que «había una contabilidad extracontable en el PP» y dos, que «fue Mariano rajoy, junto con el secretario general, Javier Arenas, quien decidió cortar con las empresas de Francisco Correa».

Por la tarde, las preguntas de la fiscal se han centrado simplemente en tratar de buscar contradicciones entre las declaraciones previas de Bárcenas durante la instrucción del caso y las que estaba emitiendo este lunes ante el tribunal. Tanto, que el abogado defensor del acusado ha tratado de terciar: «Le agradecería al tribunal que no permitiera la fiscal abusar de la memoria del señor Bárcenas, que busque las contradicciones entre lo que diga hoy y lo fijado en la instrucción, pero que no trate de hacerle desdecirse». El presidente de la sala no ha aceptado esta circunstancia.

La ‘contabilidad b’ del PP

Así, Bárcenas se ha presentado sólo como ex gerente, dejando el papel de tesorero, es decir, de quien tomaba las decisiones a Álvaro Lapuerta. «Yo me limitaba a cumplir con sus indicaciones, y a anotar las entradas y salidas del dinero de la contabilidad extracontable que él me indicaba», ha reiterado en varias ocasiones. De hecho, Bárcenas ha citado el nombre de Lapuerta en no menos de 37 ocasiones, si bien ha tratado de ‘blanquear’ su conducta refiriéndose a él como «una persona totalmente honorable, honrada, honrada, honrada…»

Eso sí, Bárcenas ha hablado en reiteradas veces de «contabilidad b en el Partido Popular» cuando ha explicado la operación de compraventa de acciones de Libertad Digital, en la que participaron su mujer y Francisco Yáñez, «para hacer un favor al partido», pero siempre exigiendo que se les buscara «un comprador que se quedara con las acciones» porque ellos no las querían.

El ex tesorero del PP Luis Bárcenas ha reconocido ante el tribunal de Gürtel que en esa «contabilidad extraoficial» se anotaban donativos de empresarios «a cambio de nada». «Lapuerta, el pobre, me insistía y les insistía en que no eran donaciones finalistas, es decir, que no eran a cambio de nada». ¿Y usted no medió para que a esos empresarios les fuera ‘retribuida’ la donación con alguna concesión de contratos?, le ha preguntado la fiscal. «No, en ningún caso, y es que además no podría, yo no tenía capacidad de decisión ni de interlocución política con ningún alcalde, consejero o presidente».

Bárcenas ha explicado que el que los empresarios entregaran el dinero era «algo absolutamente inocuo», que lo hacían para «echar una mano» al PP a cambio sólo de que se les abriera «una puerta» y les recibiera el tesorero. La Fiscalía le acusa de haberse quedado parte de esa caja B, algo que, ha defendido, era «imposible» porque estaba supervisada «con celo extremo» por Lapuerta.

«Fue Rajoy quien cortó con Correa»

Bárcenas ha atribuido a Mariano Rajoy la decisión de cortar relaciones con Francisco Correa, en 2003, cuando se dejó de contratarle para organizar actos del PP por orden del presidente del partido, Mariano Rajoy, después de que a éste le llegara una denuncia por parte de un empresario y su yerno de que pedía comisiones en los ayuntamientos en nombre del partido.

«[A Correa] se le subió a la cabeza lo bien que le iba en su actividad empresarial y pensaba que el partido era suyo y había que hacer lo que él decidiese», ha opinado. Ante esta denuncia, ha detallado, Rajoy se reunió con Lapuerta y con Javier Arenas (entonces secretario general del PP) y decidieron que no se le contrataría más, una orden que Bárcenas se encargó de difundir en el partido.

En su opinión, el empresario de Licuas, del que no ha dicho el nombre, y su yerno «le hicieron una envolvente al señor Correa para que se prescindiese de sus servicios», ya que los denunciantes entregaron un donativo en efectivo de 60.000 euros el mismo día que reportaron a Rajoy los hechos.

Bárcenas también se ha defendido de las acusaciones que vertió Correa de que le entregaba dinero en metálico en la sede del PP y en su casa proveniente de empresarios a los que beneficiaba con adjudicaciones públicas, gracias a su intermediación en ministerios.

«Las funciones mías en el partido como gerente no me permitían tener capacidad de interlocución con nadie en el ámbito político. El gerente se dedica a administrar, no es interlocutor con alcaldes, ni con ministros, ni con secretarios generales», ha dicho antes de negar haber recibido dinero de Correa ni para él ni para el PP.

De estas comisiones ha desvinculado también a otros políticos acusados, como al exvicepresidente del Gobierno Francisco Álvarez Cascos, al exalcalde de Pozuelo de Alarcón Jesús Sepúlveda (exmarido de Ana Mato y amigo suyo desde hace 30 años) y al exdiputado Jesús Merino.

Correa sí regalaba viajes en el partido

Sí recibieron viajes de manos del líder de la trama «muchísimas personas» del PP, ha dicho el acusado, aunque ha matizado que se trataba de viajes con grupos ya cerrados pero en los que en ocasiones había plazas sin cubrir, que luego Correa regalaba. «Tengo que reconocer que, como otras muchas personas, el señor Correa tenía la deferencia con muchísimas personas del partido», ha asegurado.

El juicio se retomará este martes por la mañana, cuando Bárcenas seguirá contestando a la fiscal, que aún no ha preguntado por sus cuentas en Suiza y otros asuntos.

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