Los arquitectos elegidos por Moncloa para el Valle de los Caídos diseñaron la pasarela chapuza de Pamplona
El Ayuntamiento cifró en 691.129 € lo que debían abonar por los daños estos responsables y un tercero
El estudio Pérez Pereda ganó el 11 de noviembre el concurso para la "resignificación" de Cuelgamuros

Los arquitectos elegidos por el Gobierno de Pedro Sánchez para el proceso de «resignificación» de Valle de los Caídos son los mismos que diseñaron la pasarela chapuza de Pamplona (Navarra), conocida como la pasarela del Labrit.
Se trata de Óscar Pérez Silanes y José Carlos Pereda Iglesias, que conforman la empresa Pereda Pérez Arquitectos. Esta firma, de la mano de Lignum SL, está detrás del proyecto La base y la cruz, que resultó ganador el pasado 11 de noviembre del concurso organizado por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana para construir el futuro «Memorial de Cuelgamuros».
La implicación de Pérez Silanes y Pereda Iglesias en el desastre de la pasarela del Labrit fue de tal nivel, que el Ayuntamiento de Pamplona entonces gobernado por Cristina Ibarrola (UPN) comunicó en octubre de 2023 que iba a exigir 1.651.695,15 euros por los defectos en la pasarela de Labrit al equipo redactor del proyecto y a las empresas constructoras.
El Gobierno de Ibarrola acordó así la finalización del procedimiento que determinó la responsabilidad solidaria por los defectos, y posteriores arreglos, de la pasarela de Labrit, entre el fuerte de San Bartolomé y el baluarte de Labrit.
El Ayuntamiento citó expresamente al «equipo formado por Boreas Nuevas Tecnologías SL, Óscar Pérez Silanes, José Carlos Pereda Iglesias e Ignacio Olite Lumbreras, licitadores que participaron conjuntamente en su doble condición de redactores del proyecto y directores facultativos de la obra, y a la UTE formada por las empresas Arian Construcción y Gestión de Infraestructuras SA (actualmente en concurso de acreedores) y TEUSA Técnicas de Restauración SA, como constructoras de la obra».
En rueda de prensa el 16 de octubre de 2023, el entonces concejal de las áreas de Educación, Igualdad y Diversidad Cultural y Relaciones Ciudadanas, Participación y Mayores del Gobierno de Ibarrola, Carlos Salvador (UPN), declaro que se había «identificado quiénes son, a juicio del Ayuntamiento, los responsables de los daños» de la pasarela de Labrit, daños que fueron cifrados en 1,6 millones, y que, según dijo, se reclamaría «a ellos o a las compañías de seguros». Además, el Ejecutivo local informó de que había sido desestimadas las alegaciones presentadas por las partes.
En febrero de 2024, el Ayuntamiento -ya con Joseba Asiron (Bildu) al frente tras la moción de censura- cifró en 691.129,92 euros (el 42%) lo que debían abonar a partes iguales, a través del seguro, los «responsables del proyecto y dirección de obra, Óscar Pérez Silanes, José Carlos Pereda Iglesias e Ignacio Olite Lumbreras». El PSOE exigió «recuperar íntegramente todo el dinero destinado a la reparación de la pasarela del Labrit».
La pasarela fue inaugurada en diciembre de 2010, con un diseño, en forma de Y, de 73 metros de largo y de 3,5 metros de ancho. Los primeros problemas de oxidación y deterioro de algunas placas de acero se detectaron en 2016. Tras varios cierres puntuales para realizar trabajos de mantenimiento, la pasarela se cerró de modo provisional al tránsito peatonal el 5 de julio de 2016 y definitivamente en el mes de septiembre de ese mismo año, permaneciendo cerrada más de seis años, informó el Ayuntamiento.

El pasado 11 de noviembre, Óscar Pérez Silanes y José Carlos Pereda Iglesias, que fundaron en 2005 el estudio Pereda Pérez Arquitectos, fueron los elegidos por el Gobierno socialista de Pedro Sánchez, a través de un jurado internacional, por su diseño para una «redefinición de la percepción y el uso del Valle de Cuelgamuros, un espacio hasta ahora congelado en el tiempo», sostiene el Ejecutivo.
El proyecto ganador La base y la cruz, de Pereda Pérez Arquitectos y Lignum SL, se impuso a otras 33 candidaturas. El importe total destinado a este proceso de «resignificación» ronda los 31 millones de euros: 26 para costear los trabajos de construcción, 4 para pagar los honorarios del proyecto ganador y 605.000 euros en premios para las diez candidaturas finalistas. La propuesta vencedora también recibió un premio adicional de 60.500 euros a «detraer de los honorarios finales».
«Lugar de encuentro»
En palabras del secretario general de Agenda Urbana, Vivienda y Arquitectura, y presidente del jurado, Iñaqui Carnicero, el amigo íntimo de Pedro Sánchez, la propuesta ganadora «destaca por proponer una nueva visión del conjunto monumental, creando un lugar de encuentro y diálogo, a través de un nuevo umbral que rompe con el eje vertical construido durante la dictadura para hacerlo horizontal y democrático, redefiniendo sus límites y dando mayor prioridad a la naturaleza que a la arquitectura».
En realidad, como informó OKDIARIO, el proyecto vencedor mantiene la gran Cruz del Valle de los Caídos pero restará trascendencia a todo el conjunto escultórico principal del que forma parte, incluida La Piedad de Juan de Ávalos. La intención del Ejecutivo es construir un centro de interpretación bajo la actual superficie.