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Arcadi Espada blanquea al acosador sexual de Nevenka y acusa a los jueces de «prevaricación» al condenarlo

Arcadi Espada Nevenka
Arcadi Espada y Nevenka Fernández.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Arcadi Espada ha publicado este domingo una columna de opinión en el diario El Mundo en la que blanquea sin rodeos a Ismael Álvarez, ex alcalde del PP de Ponferrada condenado por acosar sexualmente a Nevenka Fernández, ex concejal de la misma localidad leonesa.

Espada aprovecha la emisión de la serie documental ‘Nevenka’, en Netflix, para hacer una firme defensa del regidor y arremeter contra la producción, que califica de «basura».

El artículo ‘La pasión de Ismael’ obvia la resolución judicial del caso, cuestiona a la víctima y ofrece la única versión del condenado, con quien el autor se entrevista en Ponferrada.

«Los jueces, en el recto uso de la prevaricación consentida que dicta que con las mujeres basta creer sin saber, lo condenaron (2-1) por un delito de acoso», llega a criticar Espada.

En el artículo abundan las referencias de descrédito contra Nevenka, la mujer que en 2001 se atrevió denunciar su infierno personal.

«Juró, realmente bella, con un vestido liviano y veraniego, y se fue demacrada, entre sollozos y envuelta en una rebeca estilo remordimiento», arranca ironizando Espada sobre quien sufrió un auténtico calvario, plasmado tiempo después en una sentencia judicial.  

El 26 de mayo de 2001, Ismael Álvarez fue condenado por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León por acoso sexual. Se le impuso una multa de 6.480 euros más una indemnización de 12.000. Dos años después, el Tribunal Supremo confirmó la condena, si bien rebajó la pena de multa al suprimir el agravante de superioridad. En 2005, el Tribunal Constitucional denegó el recurso de amparo. Álvarez se convirtió así en el primer alcalde condenado por un caso de acoso sexual y dimitió. Pero siempre negó los hechos. Incluso se declaró «convencido» de ser víctima del «linchamiento político».

Brutal testimonio

Fue en septiembre de 2000 cuando Nevenka Fernández, economista y concejal, solicitó una baja por depresión en el Ayuntamiento de Ponferrada. Tenía 26 años, y denunciaba haber sido acosada sexual y laboralmente por Álvarez, 23 años mayor. Durante algunos meses, la joven había mantenido una relación con el regidor, que había llegado a su fin. Fue entonces cuando, según su relato, comenzó el infierno. «Mi negativa provocó su acoso», afirmó al denunciar los hechos en una rueda de prensa en la que compareció con el rostro desencajado. Pese al brutal testimonio, la sociedad de entonces reaccionaría tratando de víctima al acosador y, a la víctima, de mentirosa, manipuladora y provocadora.

Trascendieron entonces los detalles íntimos de un relato estremecedor. «Quise cortar, pero él no me dejaba, quería verme a todas horas, tocarme. No lo soportaba y él insistía, me engañaba, decía que quería ser mi amigo, y me engañaba, solo quería estar conmigo. Me daba asco», fue relatando Nevenka. Y siguió: «Mi negativa provocó su acoso. Su actitud de presión se tradujo en notas manuscritas, mensajes en el teléfono móvil, cartas, comentarios verbales que prefiero no reproducir literalmente, y un desprecio absoluto hacia mi trabajo y mi persona, mediante descalificaciones, actos y vejaciones que atentaron contra mi integridad física y psíquica», contó ante los medios.

Ese acoso la llevó al tratamiento psiquiátrico. Y, tiempo después, ya conocida la sentencia, a tener que marcharse de España, totalmente devastada, sin trabajo y sin apoyos. Ismael Álvarez volvió a la política. Y fue la tercera fuerza más votada en 2011.

En el artículo, Arcadi Espada ofrece una  mirada absolutamente benévola del condenado, destacando su testimonio contra ella: «Nevenka era inestable y dudaba con todo en la vida», dice Álvarez en un momento dado. En otro, cuestiona el relato de la víctima, como en aquella ocasión en que, según afirmó, el alcalde le gritó: «Tú eres una hija de puta, pero yo voy a ser más hijo de puta todavía». «No es mi manera de hablar. No recuerdo lo que le dije», rebate libremente.

«Mientras estuvo en el Ayuntamiento, Nevenka no sufrió ningún perjuicio profesional: ni lo demostró en el juicio ni puede demostrarlo ahora», prosigue defendiendo Espada. «Otra cosa es que los que habían sufrido el subidón de la niña bonita se aprovecharan luego de su caída y el trato pasara de adulador a displicente», añade. «Tratarla mal habría sido inmoral, pero también peligroso políticamente», consiente el condenado.

El autor le pregunta: «Sale también un culo, por ahí. Aquella frase suya: «Yo te toco el culo porque me sale de los cojones». Y el entrevistado contesta: «¡Y yo qué sé! Las cosas que se dicen entre los hombres y las mujeres, compréndame. Pero si dije eso o cosas parecidas fue en el amor. Y pasar eso del amor al acoso no tiene nombre».

En otro momento, Espada acusa incluso a la Justicia de «arruinar a un hombre» y criminaliza a Nevenka, a la que se refiere con ironía como la «psicoaterrorizada». 

Espada busca argumentos para desmontar la imagen de Álvarez como acosador. «Nos acostamos por primera vez cuándo, cómo y dónde ella quiso», explica el ex alcalde. «Se tomaron un mes para llegar a la cama (…)», subraya Espada. Cuenta también los viajes que realizó la pareja, como en cualquier otra relación. Y las presuntas provocaciones de Nevenka. «Nunca entré en su habitación», fue «una fabulación», dice el regidor.

«Nevenka pasó una mala noche en Valladolid. Paralizada hasta el amanecer, según habría leído -vía su gracioso psicoanalista- en los libritos de la Hirigoyen, ante la presencia de su acosador. Ni se levantó ni llamó a la recepción del hotel ni a la Policía», observa Espada.

Incluso se intenta criminalizar a la víctima. «Me complicó mucho la vida que ella nunca me dijera: «Ismael, esto se ha acabado». Y que hasta que se fue de Ponferrada siguiera mandando señales contradictorias. Si lo hubiera dicho, todo habría acabado al punto: ni más llamadas ni más cafés ni más nada. Punto», cuenta Álvarez, como justificándose.

En otro momento, Espada utiliza para sus fines un fragmento del libro de Juan José Millás, ‘Hay algo que no es como me dicen: El caso de Nevenka Fernández contra la realidad’, en el que se profundiza en la demoledora vivencia de Nevenka.

En el libro, Millás explica la atracción de Nevenka por el alcalde mayor que ella: «Desde mi punto de vista, una vez que Ismael Álvarez propuso a Nevenka Fernández ir la número tres de su candidatura en las elecciones municipales, pero, sobre todo, una vez que, ganadas las elecciones, le ofreció la Concejalía de Hacienda y Comercio, que ella aceptó, no había ninguna posibilidad (y subrayo, ninguna) de que este hombre no acabara en la cama con Nevenka Fernández. No había ninguna posibilidad, insisto, de que ese hombre no acabara con ella en la cama (…)El alcalde, en efecto, representaba todos los atributos del padre y Nevenka, siempre en mi opinión, se entregó a él como una forma de dar satisfacción a ese padre esquivo «.

Finalmente, el autor carga contra el documental de Netflix, producido por la periodista Ana Pastor.

«Los de Netflix (ese comando llamado Newtral que dirige la locutora Ana Pastor) llamaron al abogado para saber si su cliente querría participar en la serie. No quiso. Cumplimentado el trámite, los caníbales se dedicaron a complacer su naturaleza. Y al final del programa colgaron un cartel informando de la decisión de Ismael. Sería costoso que comprendieran que la ausencia del coprotagonista de una historia debe aumentar el respeto por sus argumentos. El rechazo de Ismael es comprensible».

Y concluye su alegato: «Si a lo largo de 20 años los jueces, Juan José Millás y Ana Pastor no escucharon a Ismael Álvarez fue porque era el único modo de declararlo culpable».

El fallo 

El fallo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que condenó a Ismael Álvarez determinó que «ante la negativa de Nevenka Fernández a mantener unas relaciones sexuales inicialmente consentidas, insiste -Ismael Alvarez- en la solicitud». Según los magistrados, ello ocasionó «en la víctima una situación objetiva gravemente hostil y humillante».

Los jueces afirmaron que está «claro que la querellante sufrió angustia y depresión» y que sus declaraciones «en algunos casos avaladas por el acusado» ofrecieron «una narración de los hechos verosímil, coherente y verídica».

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