Independentismo Cataluña

Amenazas por carta a una chica que quita lazos amarillos: «Sabemos dónde vives, no vuelvas por aquí»

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Jenny, una joven constitucionalista de Manresa que ha recibido amenazas anónimas | Última hora Cataluña

La escalada de intimidación a los catalanes que se niegan a aceptar el ‘trágala’ separatista se multiplica. Y emulando los métodos mafiosos del mundo de ETA en los años más oscuros del País Vasco, con la práctica de dejar anónimos con amenazas al discrepante en su propio domicilio. Ha sucedido en Manresa, donde una joven constitucionalista se encontraba en el buzón una carta con la marca y matrícula de su coche y advertencias como éstas: «Si hubiésemos querido, la cosa no habría acabado bien» o «No volváis a nuestro pueblo». Se llama Jenny y OKDIARIO ha hablado con ella.

«Mi amigo conducía mi coche, es un GDR (Grupos de Defensa y Resistencia, la respuesta españolista al separatismo que limpia de propaganda golpista las calles y playas catalanas)», explica la chica. En la carta anónima que ha recibido y que puede leerse bajo estas líneas, los independentistas dejan claro que saben dónde vive y que el vehículo es de su propiedad.

«No sabemos si era tu pareja, hermano o amigo», amenazan los golpistas en la carta anónima

«Tu coche» (y escriben el modelo y la matrícula) «estaba el pasado miércoles 13 de julio a la una de la mañana aparcado en Prats del Rey con los cuatro intermitentes encendidos». Así comienza la misiva poniendo de relieve cómo manejan datos que no están al alcance de cualquier ciudadano. A continuación le dicen: «Seguramente ese coche no lo conducías tú», y deslizan su primera frase amenazante: «Era un hombre el que lo llevaba. No sabemos si era tu pareja, hermano, o amigo».

Los separatistas escriben que ese hombre quitaba con un gancho una pancarta y lanzan la segunda amenaza: «Éramos cuatro y él iba solo. Si hubiésemos querido, la cosa habría acabado mal». Tras unas líneas más, en las que incluso insinúan que los GDR cobran por retirar simbología golpista de espacios públicos, lanzan otra amenaza, en este caso para su amigo: «Te pedimos que le digas que no vuelva a nuestro pueblo».

Amenazas y miedo

Jenny nos explica que este chico «es de ese mismo pueblo, y le están amenazando con echarlo. Es alucinante», afirma.  Y todo por imágenes como la del vídeo bajo estás líneas, y al que ha tenido acceso OKDIARIO de esa noche en Prats de Rey (Barcelona). A los pocos días, la joven recibía una carta anónima en el buzón de su casa: «Me dicen que sólo increparon a esa persona, pero que podía haber acabado mal la cosa y que no llegó a más porque no quisieron».

Por eso, no tiene dudas: «Es una amenaza», al tiempo que se pregunta «¿De dónde han sacado mis datos?. Porque teniendo mi dirección, pueden presentarse aquí y hacer cualquier cosa», asegura.

Jenny es una joven valiente y que no esconde que defiende a España y su  Constitución.Reivindica su derecho y su libertad a sentirse española y a no aceptar la dictadura independentista, y lo seguirá haciendo su su vida ordinaria. Pero confiesa tener miedo: «Claro que me da un poco de miedo, teniendo mi dirección ya saben dónde vivo y pueden hacer cualquier cosa. Se pueden presentar aquí, romper el portal, hacer pintadas, amenazas, ahora también conocen mi coche, agredirte…», advierte.

Esta joven constitucionalista tiene sospechas, que apuntan a unos cuerpos de seguridad que en Cataluña sólo protegen a una parte de la población: «Pensamos que puede haber sido a través de los Mossos, y de Tráfico, porque la mayoría son separatistas o a través de Tráfico». Porque «los que no pensamos como ellos quieren no nos sentimos respaldados», señala.

Pero aún confía en la Justicia : «Voy a denunciarlo porque no pueden sacar mis datos así porque sí. Si han sido los Mossos no sé hasta qué punto es legal que hagan eso, me lo está llevando una abogada», avanza a este periódico.

«El Gobierno no hace nada»

Jenny, como muchos catalanes que no renuncian a ser españoles está acostumbrada a desenvolverse en un medio cada vez más hostil ante las presiones de los independentistas. Pero esta vez lo ve diferente: «Es una amenaza, podía haber pasado cualquier cosa y te dicen que porque ellos no quisieron. Se está poniendo la cosa bastante mal», reconoce. Y cuenta que no es la única de su entorno cuyo buzón ha sido visitado por los golpistas:» A otro conocido le han dejado un lazo amarillo».

Sobre los GDR, se muestra de acuerdo y les traslada todo su apoyo:  «Sólo hacen limpieza de lo que no tenía que estar colgado porque no todo el pueblo piensa así. Tratan de imponer sus ideas y símbolos. Y estos grupos no son violentos ni amenazan como los separatistas. Tal como ellos están colgando sus lazos, pancartas y llenan todo de plástico, los GDR tienen derecho de ir a quitarlo porque somos muchos los que no estamos de acuerdo. Se tendría que respetar y que no hubiera nada», afirma.

Pese al temor que puedan infundirle mensajes intimidatorios de este tipo, esta joven manresana finalmente no duda en animar a que los constitucionalistas sigan plantando cara al separatismo: «Ya que no lo hace el Gobierno. Nos sentimos solos», se lamenta.

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