Memoria Histórica

Los expertos consultados por el PSOE avisan: es mejor dejar el Valle de los Caídos y la cruz como están

El PSOE tendrá que abordar con sus socios qué hacer con este espacio monumental

Sánchez ‘reza’ para que la Iglesia impida enterrar a Franco en La Almudena antes de que pueda prohibirlo por ley

Pablo Iglesias y Pedro Sánchez y el Valle de los Caídos.
Pablo Iglesias y Pedro Sánchez y el Valle de los Caídos.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Expertos consultados por el PSOE en los trabajos sobre el Valle de los Caídos les recomiendan la mínima intervención posible en el espacio monumental una vez exhumado Franco. Eso enfrenta al partido con sus socios en la moción de censura, que apuestan por medidas extremas.

Fuentes socialistas explican que, en el proceso de tramitación de la Ley de Memoria Histórica, debatirán con el resto de grupos sobre una solución intermedia. En este sentido, citan por ejemplo al PNV que, directamente, aboga por demoler el Valle por el «riesgo» de que pueda convertirse en «un Arlington», el cementerio estadounidense donde están enterrados veteranos de todas las guerras norteamericanas. O Podemos, que apuesta por la demolición de la gran cruz, sin duda, su elemento más distintivo.

Un «cementerio civil» 

Los socialistas, como informó OKDIARIO, están dispuestos a debatir sobre este punto durante la tramitación parlamentaria del Real Decreto de 24 de agosto, por el que se avaló la exhumación preferente de los restos del dictador, actualmente en trámite de enmiendas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya abonó la tesis, hace unas semanas, de que la «resignificación» del Valle era imposible por la enorme carga simbólica del monumento  y que, por ello, la única opción era convertirlo en un “cementerio civil”, respetando la basílica y otros símbolos.

Entonces -finales de agosto- Sánchez renunció a aplicar al cien por cien la Ley de Memoria Histórica (2007), que aborda una remodelación más a fondo. Y rechazó también su idea inicial de convertirlo en un Museo para la Memoria, como se proponía en una proposición de ley que el PSOE registró el año pasado en el Congreso.

No obstante, en una reciente respuesta parlamentaria al senador del PNV, Jokin Bildarratz, sobre si «piensa el Gobierno abordar la resignificación del Valle de los Caídos», el Ejecutivo sostenía aún que se guiaría por la ley aprobada por Rodríguez Zapatero y destacaba que  «las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura».

En esa contestación, el Ejecutivo se abre a abordar una remodelación, con la supresión de todos los elementos que «chocan frontalmente con los principios que fundamentan a la sociedad y ordenamiento jurídico de España».

Podemos quiere un plan más ambicioso

En plena polémica por la exhumación de Franco, el Gobierno socialista tendrá así que afrontar, inminentemente, otro intenso debate.

La formación de Pablo Iglesias insiste al Gobierno en un plan mucho más ambicioso para el Valle que contempla acabar por completo con el “poder simbólico” del conjunto, como avanzó, en agosto, en la presentación del informe ‘Exhumar el Franquismo. Recuperemos el Valle de Cuelgamuros para la democracia’

En su plan, se recoge, por ejemplo, que la enorme cruz, de 150 metros de altura, sea demolida y, después, “utilizar su residuo gravoso para crear otro monumento de dignificación y respeto a las víctimas”.

El PSOE acepta debatir con Podemos la demolición de la cruz del Valle de los Caídos
Plan de Podemos para el Valle de los Caídos, con el residuo de la cruz en la explanada

Desde ERC, por ejemplo, se sigue la línea del PNV y se apuesta también por derruirlo, en tanto se trata -equiparó el diputado Gabriel Rufián- de un «mausoleo en honor al fascismo».

En el PDeCAT son, en cambio, más escépticos. Su portavoz en el Congreso, Carles Campuzano, ve «muy difícil» reconvertir el lugar, por tratarse, opina, de «una expresión de la ignominia absoluta», aunque ve complicado que demolerlo sea la solución.

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