Cargos del PP piden aprovechar el congreso para reivindicar el liberalismo frente a C’s

Cargos del Partido Popular ven en el congreso extraordinario que se celebrará los próximos 20 y 21 de julio, una oportunidad no solo para renovar el liderazgo, sino para reafirmarse ideológicamente frente a Ciudadanos. En este sentido, apuestan por reivindicar el perfil liberal del que ahora hace bandera el partido de Albert Rivera. 

En este sentido, distintos dirigentes consultados no ven con malos ojos el lapso de tiempo que ahora se abre con el Gobierno socialista, y creen que puede ser una ocasión para renovarse en la oposición, al estilo, señalan, de otros partidos del centroderecha europeo.

El congreso se centrará en la elección del sucesor de Mariano Rajoy al frente de la formación y su nuevo comité de dirección, pero no incluirá el debate del programa político a través de ponencias.

Así se recoge en los propios Estatutos del PP, que ‘eximen’ a los congresos extraordinarios-como es el caso-de incluir obligatoriamente este debate, y fuentes de la dirección nacional confirman que en el cónclave de julio no las habrá.

C’s se reafirmó como liberal hace un año

En este sentido, argumentan que el partido ya celebró el debate de ponencias en el congreso ordinario de febrero del año pasado, en el que  María Dolores de Cospedal fue revalidada como secretaria general, con Fernando Martínez-Maíllo como coordinador. Entonces, los debates se centraron en cinco ámbitos temáticos, Política y Estatutos, Economía y Administración Territorial, Educación, Social y Europa.

Entonces, el partido ya trató de marcar su perfil frente a Ciudadanos incluyendo en el articulado de sus Estatutos una referencia al humanismo cristiano y otra sobre el liberalismo político como referencias del ideario del partido. La decisión, según la dirección, partió del objetivo de reconocer todas las sensibilidades del partido para aglutinar a todo el centroderecha.

Precisamente, Ciudadanos aprobó en su Asamblea-celebrada también en febrero del año pasado-un giro al liberalismo, descartando el ‘apellido’ de la socialdemocracia que hasta entonces también les definía.

El partido de Albert Rivera apostó por pulir su definición ideológica con el objetivo de competir electoralmente con el PP. El debate, muy intenso-sobre todo entre el sector procedente de Cataluña y crítico con el nuevo perfil- se cerró con el apoyo de casi el 70 por ciento de los compromisarios, afines a la dirección. Rivera apoyó que no se trataba de una «refundación», sino de «una evolución para hacer más fuerte todavía al partido».

El debate trasciende a la propuesta del senador y expresidente balear, José Ramón Bauzá, que amaga con presentarse a las primarias y que se defiende como el candidato de una corriente netamente liberal. Varios cargos sostienen que es momento para rearmarse ideológicamente, ante el desafío innegable de Ciudadanos, con vistas a las elecciones autonómicas y municipales del próximo año y, quizás, unas posibles generales.

No obstante, ese debate quedará, en cualquier caso, empañado por la relevancia que supone elegir al sucesor de Mariano Rajoy. El expresidente del Gobierno aseguró este lunes que no tiene intención de tutelar el proceso, pero sí instó a que si se produce competición entre varios candidatos, ésta sea «sana» para que el partido salga «unido».

De las palabras de Rajoy se sostiene el convencimiento del todavía líder del PP de que habrá más de un aspirante, pese a que desde la cúpula se llame con insistencia a una lista única, de consenso, para evitar las guerras internas.

Rajoy no ha hecho suya esa petición, y de hecho, ha dejado la puerta abierta a esa rivalidad, bien entendida, ante la que sólo ha exigido que sus aspirantes antepongan la «vocación de servicio» y el «bien del partido».