El zasca brutal de Frank Cuesta a Pablo Iglesias el día que Podemos celebra el fin de ETA

El famoso presentador de televisión y naturalista, Frank Cuesta ha dado un revés en redes sociales al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias. Lo ha hecho contestándole a un mensaje que el podemita ha publicado en su perfil de Twitter haciendo mención al Vaticano, Margaret Thatcher y Aznar, pero olvidando a las víctimas de ETA.

En el día en el que el partido morado se ha posicionado a favor de los etarras en su acto de cese en Cambo, al sur de Francia, el líder de Podemos ha lanzado un tuit en el que aseguraba que el “recuerdo” del reconocimiento del régimen franquista por parte del Vaticano, el día en el que Margaret Thatcher se convirtió en primera ministra y la fecha en la que Jose María Aznar se hizo presidente de España, les haría “trabajar aún más duro”.

La respuesta de Frank Cuesta ha sido devastadora: “Se te ha olvidado que…
Hoy hace 35 años ETA asesinó a PEDRO BARQUERO , cabo de la Policía Nacional, su mujer, MARÍA DOLORES LEDO, embarazada de casi siete meses y JULIO SEGARRA”, ha recordado el presentador al líder morado.

.@Pablo_Iglesias Se te ha olvidado que…
Hoy hace 35 años ETA asesinó a PEDRO BARQUERO , cabo de la Policía Nacional, su mujer, MARÍA DOLORES LEDO, embarazada de casi siete meses y JULIO SEGARRA

— Frank Cuesta (@Frank_Cuesta) 4 de mayo de 2018

En mayo de 1983 la banda terrorista intentó secuestrar al teniente de la policía Julio Segarra Blanco atándolo de pues y manos y amordazándole con un esparadrapo. En ese momento, en el garaje en el que se estaba llevando a cabo el secuestro, entraron Pedro Barquero González y su mujer embarazada María Dolores Ledo García. Ante el fallo de su operación asesinaron a los tres disparándoles repetidas veces.

Un asesinato que Podemos ha parecido olvidar al acudir este viernes al minuto de silencio en honor “a todas las víctimas del conflicto”.

Así lo ha dicho en su intervención Michel Cambessus, exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), calcando el lenguaje de los terroristas y aplastando la memoria de los asesinados -más de 800-, secuestrados y extorsionados y sus allegados.