Los trabajadores de ArcelorMittal de Zumarraga se sienten “abandonados” por el PNV

ArcelorMittal
Los trabajadores de la planta de Arcelormittal en Sestao se manifestaron el pasado 30 de enero contra el paro. (Foto: EFE/MIGUEL TOÑA)
Borja Jiménez

Los 350 trabajadores de ArcelorMittal de la planta de Zumarraga (Guipuzcoa) se quedan sin tiempo para decidir su destinos. Según fuentes de los trabajadores, la consejera vasca de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, ha abandonado a estos trabajadores, en lo que entienden como una respuesta vergonzosa que “no está a la altura de lo que tiene que hacer un Gobierno”.

El portavoz de los trabajadores de la planta de Zumarraga ha reconocido a OKDIARIO que “ha habido negociaciones con el Gobierno Vasco, que dijo a los trabajadores que lo de Zumarra no podía ser. Pero, a medida que se fueron clarificando las posiciones, acabaron reconociendo que al tratarse de una empresa privada, poco más podían hacer. A los trabajadores les ha dolido”.

La negociación entre los trabajadores y la compañía da sus últimos coletazos

Es solo cuestión de días hasta que se conozca qué es lo que pasará con los 350 trabajadores de la planta de Zumarraga. Este lunes, de hecho, representantes de los trabajadores y de la compañía se han vuelto a sentar y, según ha podido saber OKDIARIO, “se han acordado unas condiciones para abrir un periodo voluntario para las bajas voluntarias, con unas condiciones que el comité ha aprobado”. De este modo, “el periodo voluntario es hasta el 15, pero se ampliará, por lo que será a partir de septiembre cuando empiecen los traslados”.

Cabe recordar que, en principio, el próximo viernes 15 de julio será el día en el que los trabajadores habrán de decidir su optan por su traslado a Asturias (a 400 kilómetros de su puesto de trabajo actual), o si prefieren la baja voluntaria. Lo que ya es un hecho es el cierre de la planta, en el que “ya no hay ninguna esperanza en arrancar de nuevo”.

Los trabajadores de la planta denuncian la actitud de la empresa de «impedir», más de tres meses después del inicio del procedimiento de cierre, que pueda intentarse cualquier opción alternativa a éste. Critican que mientras se niegan a estudiar nuevas alternativas para la planta, digan que “se ha hecho todo lo posible para mantener la actividad”.

Arantza Tapia, señalada

La consejera vasca de Desarrollo Económico y Competitividad está en el ojo del huracán. Según explican fuentes de la compañía, los trabajadores se quejan de haber hecho propuestas al Ejecutivo vasco, que éste siempre aceptó, pero que nunca se terminaron llevando a cabo. Hace apenas unos días, después de haber reiterado en diversas ocasiones su apoyo a los trabajadores, Arantza Tapia se desentendió de la situación bajo el punto de vista de los trabajadores de la planta, lo que ha terminado “colmando el vaso”.

«No se nos ha presentado ni la solicitud de una auditoría externa como se nos prometió, no se ha cambiado el plan del Gobierno vasco presentado a la empresa, no han adoptado ningún compromiso de oponerse jurídicamente al cierre, no han encargado la elaboración de ningún plan de viabilidad alternativo», destacan fuentes de los trabajadores.

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