Los trabajadores de Alcoa rechazan la propuesta para salvar la planta de Lugo y piden la nacionalización
Los trabajadores de la planta de aluminio de Alcoa en San Cibrao (Lugo) se niegan a aceptar la petición que incluye el plan de viabilidad del consorcio formado por la compañía y la energética Ignis, lo que pone en peligro la continuidad de la actividad. Por el contrario, piden que la SEPI nacionalice la planta: «Si no hay solución, que haya intervención» del Gobierno, solicitan.
Como informó OKDIARIO, la planta de aluminio de Alcoa en Lugo tiene un nuevo plan para intentar evitar su cierre definitivo, pero requiere que todo el mundo ponga un poco de su parte: los trabajadores, la Xunta de Galicia y el Gobierno de Pedro Sánchez. Este último se ha llamado andana y ha aplazado sine die la reunión con la empresa prevista para hace más de un mes.
En lo que respecta a los empleados, estos exigen que se ponga en marcha un «horno de cocción de ánodos» antes de reactivar la planta, mientras que Alcoa quiere posponerlo a 2028 -ya que requiere una fuerte inversión- y, mientras tanto, importar los materiales que necesita (los ánodos) en vez de producirlos en Lugo.
Además, existe un acuerdo con el comité de empresa por el que están bloqueados 85 millones «relacionados con el reinicio y los compromisos de capital» que Alcoa quiere liberar. Es decir, sólo se puede gastar ese dinero en lo prometido a los trabajadores en su día, y la compañía con sede en Pittsburgh quiere poder usarlos para otras inversiones.
«En el fondo, lo que se está pidiendo a los trabajadores es un poco de flexibilidad a cambio de mantener sus empleos», según una fuente cercana a la empresa. Sin embargo, estos se niegan a dicha flexibilidad. «No vamos a ceder, no vamos a firmar documentos que nos condenen dentro de cuatro días y quedarnos con una mano delante y una detrás», sentenció el presidente del comité de empresa, José Antonio Zan, en una concentración el pasado sábado por la noche.
«Nosotros tenemos un acuerdo ya firmado que dice que van a hacer un horno de cocción que vale 109 millones de euros. Eso no es un capricho nuestro, eso es el futuro para la empresa y para la comarca», explicó el sindicalista ante la intención de Alcoa de renegociar el acuerdo para aplazar esta inversión y poder acceder al citado depósito de 85 millones, ligado al proyecto del horno para poder proceder al rearranque completo de la planta de aluminio que el consorcio con Ignis contempla para este año.
Esta negativa de los trabajadores implica anular una de las condiciones sine qua non de este consorcio para mantener viva la planta y, en consecuencia, pone en peligro esta viabilidad si no ceden y alcanzan finalmente un acuerdo con Alcoa e Ignis.
Prefieren la nacionalización
Pero, a priori, no tienen ninguna intención de hacerlo, ya que el comité de empresa lo que quiere es que el Estado se haga cargo de la planta mediante su nacionalización por la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales). De hecho, el sábado los trabajadores escribieron «SEPI» con letras de fuego en la concentración del sábado en el municipio lucense de Xove.
«Tenemos un problema muy grave. El Gobierno no da signos de vida, no dice nada, ni sabemos nada de él desde hace un mes, cuando suspendió la reunión de seguimiento y, por otra parte, Alcoa tampoco dice nada más allá de que no quiere hacer el horno. Unos hechos totalmente contrarios a lo que firmaron», según el citado Zan.
Desde el balcón de la casa consistorial y dirigiéndose a los participantes en la protesta, Zan insistió en que, si «no hay una solución» a los «problemas de la empresa», que «haya una intervención».
Los trabajadores han advertido de que mantendrán las protestas, todo ello mientras continúa pendiente la mesa de seguimiento del pacto de la planta en San Cibrao, que fue suspendida por el Gobierno pese a ser convocada inicialmente para el pasado 9 de diciembre.
El pasado 23 de noviembre, hubo una movilización de los trabajadores en Ribadeo, en la cual terminaron cortando la autovía A-8 que une Galicia con Asturias.
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