Todas las claves para invertir en inmuebles
Ante los bajos tipos que ofrecen las entidades financieras y sus productos, muchos inversores han desembarcado en el sector inmobiliario que, actualmente, ofrece unas rentabilidades muy elevadas. La muestra del interés que despierta el sector es la masiva entrada de fondos de inversión extranjeros que, especialmente en ciudades como Barcelona o Madrid, adquieren paquetes de inmuebles para poner en el mercado. Evidentemente, tal situación provoca un aumento de su precio. Ello ha llevado a algunos a advertir que podemos encontrarnos ante una situación de burbuja muy parecida a la de los últimos años, aunque los precios no han llegado a los niveles de entonces.
¿Qué tener en cuenta antes de invertir en una vivienda?
Con todo, la inversión en un inmueble siempre conlleva una serie de riesgos que hay que tener en cuenta y, para nada, menospreciar, por mucha capacidad financiera que se disponga. Por lo tanto, antes de realizar tal paso, es importante tener en cuenta los siguientes puntos:
- Estudiar la rentabilidad de la zona: no necesariamente aquellos barrios más céntricos o donde se concentran las personas con más poder adquisitivo son los más rentables. En un contexto de crisis, son los lugares que menos sufren la bajada de precios. Por lo tanto, puede ser mucho más rentable invertir en inmuebles de barrios más periféricos, donde se han dado decrecimientos de precio más acusados los últimos tiempos.
- No realizar grandes reformas: si se invierte con la finalidad de vender o alquilar, no es adecuado invertir mucho dinero en reformas. Hay que tener en cuenta que no será un espacio donde vivir, sino para otra persona. Por lo tanto, no tiene sentido gastar dinero en detalles o aspectos más personales.
- Conocer el entorno: es imprescindible conocer la zona, el vecindario y los servicios que ofrece. Solamente de esta forma será posible determinar el valor real del inmueble y el beneficio que se puede obtener de él.
- Ser capaz de visionar posibles reformas: en lugar de adquirir un inmueble del todo reformado, puede salir mucho más a cuenta encontrar un piso que precise de reformas y, después de hacerlas, ponerlo en el mercado. Dado que es más desagradable a la vista, un piso para reformar es más complicado que tenga éxito en el mercado, hecho que facilita poder negociar un mejor precio.
- Tener en cuenta los impuestos y gastos a afrontar: en la compraventa de una vivienda existen una gran cantidad de costes a afrontar: el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, Actos Jurídicos Documentados (en caso de afrontar una hipoteca), de registro, notaría… Pueden llegar a ser entre un 13% y un 15% del valor del inmueble. Por lo tanto, hay que sumarlos al estimar cuál es la rentabilidad esperada de la inversión.
- Negociar la hipoteca con distintas entidades: no hay que conformarse con la primera oferta que haga llegar una entidad. Es más: es posible ir con una y pasearse por otras para, de esta forma, obtener cada vez mejores condiciones.
- Si se opta por la reforma, vender lo antes posible: un piso que se ha reformado y se pone después a la venta, recibe una gran cantidad de visitas durante los primeros días. Después, este interés baja. Por lo tanto, para no tener que afrontar grandes gastos en forma de préstamo hipotecario, es preferible vender en un periodo relativamente corto de tiempo, siempre que compense la inversión realizada.
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- Gestión de Patrimonios