El Sepblac se enfrenta a un aluvión de demandas de la banca por pasarse con las sanciones por blanqueo
El anterior director del Sepblac impuso sanciones "ejemnplarizantes" sin ninguna base
El Gobierno colocó al frente a Pedro Comín, uno de los implicados del Banco de España en el caso Bankia
La nueva Ley de Blanqueo exime a los familiares y allegados de políticos de hacer públicos sus bienes
En medio de casos como los de Juan Carlos I o Bárcenas, el organismo encargado de perseguir el blanqueo de capitales en España, el Sepblac, vive una grave crisis. Su anterior director, Juan Manuel Vega, quiso poner sanciones «ejemplarizantes» a toda la banca y ahora las entidades preparan un aluvión de demandas por falta de base. El nuevo responsable del organismo, Pedro Comín (uno de los responsable del Banco de España implicados en el caso Bankia) está intentando ahora reconducir la situación manteniendo un perfil más bajo.
El Sepblac es un organismo colegiado del Banco de España, Economía, Hacienda, la Policía y la Guardia Civil. Tradicionalmente, ha sido muy poco eficaz a la hora de detectar grandes casos de blanqueo y mantenía una política de diálogo con el sector financiero; es la habitual en el Banco de España, pero el blanqueo es una cuestión muy delicada que requiere una actuación más ejecutiva. Es lo que pretendió hacer Soraya Sáenz de Santamaría con una nueva regulación que aumentaba mucho la lista de actividades que se consideraban blanqueo.
Esta nueva línea se tradujo en el relevo de Manuel Caro (actualmente en Grant Thornton) en la dirección por Juan Manuel Vega, hombre de confianza de Luis de Guindos. Vega quiso pasar de un extremo a otro e imponer fuertes sanciones al sector financiero por conductas que en muchos casos ni siquiera eran sospechosas de blanqueo.
Una fuente conocedora de la situación pone como ejemplo los unit linked, un producto de seguros que ha cobrado bastante auge como posible alternativa a las sicav ahora que el Gobierno va a acabar con sus ventajas fiscales. Vega consideraba que, al no informar sobre el tenedor último del dinero, los bancos favorecían el blanqueo y los sancionaba. Sin embargo, ni la normativa ni la Dirección General de Seguros imponían la obligación de revelar el tenedor último (algo que va a cambiar con la nueva Ley antiblanqueo que prepara el Gobierno, como adelantó OKDIARIO).
Comín, la opción para calmar las aguas
«Vega pedía que le montaran una expediente contra alguna entidad cuando iba a ir a una reunión del GAFI [Grupo de Acción Financiera Internacional, el organismo mundial que persigue el blanqueo y la financiación del terrorismo] para poder presumir, porque tradicionalmente los demás países se metían con España por los pocos casos que detectaba», explica otra fuente.
Estas sanciones extemporáneas e indiscriminadas han levantado en armas al sector; y no solo a los bancos universales, sino a entidades más pequeñas y extranjeras dedicadas a la banca privada (gestión de altos patrimonios). En noviembre, después de que la Audiencia Nacional absolviera a todos los acusados por la salida a bolsa de Bankia empezando por Rodrigo Rato, el Gobierno nombró a Comín como director del Sepblac.
Como informó OKDIARIO, este nombramiento fue propuesto por la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, para rehabilitar al único de los implicados del supervisor que no había encontrado destino; Comín fue el inspector jefe de Bankia cuando sucedieron los hechos, si bien él se opuso a la salida a bolsa. El gobernador, Pedro Hernández de Cos, que le había vetado para otros puestos en el supervisor, se puso de perfil. Y Nadia Calviño, que no tenía candidato, aceptó la sugerencia.
El precedente de la victoria de Santander
Comín quiere calmar las aguas revueltas y ha revisado las inspecciones realizadas por Vega a 15 entidades, con el fin de evitar este aluvión de demandas. La banca tiene a su favor, además, la petición de la Fiscalía Anticorrupción de archivar la causa contra Banco Santander, BNP Paribas y HSBC por blanqueo, derivada de una inspección del Sepblac, por falta de pruebas contudentes para sostener la acusación.
A la espera de si se puede llegar a una solución que evite las demandas -algo que implicaría la anulación de muchas de estas sanciones- las fuentes explican que Comín no lo va a tener fácil al frente del Sepblac. Primero, porque carece de conocimientos sobre un mundo tan proceloso como el del blanqueo de dinero. Segundo, porque tiene al enemigo en casa. El número dos del servicio, Juan Enrique Ramírez Baratech, aspiraba a suceder a Vega. Pero se ha quedado sin el cargo y ahora tendrá que trabajar a las órdenes de Comín.
En tercer lugar, el nuevo director del Sepblac es de la vieja escuela del Banco de España, donde las altas esferas revisaban y modificaban los informes de los inspectores. Y eso no cuadra con un organismo que tiene adscritas la Brigada Central de Inteligencia Financiera del Cuerpo Nacional de Policía, la Unidad de Investigación de la Guardia Civil y la inspección de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT). Ninguna las cuales consiente que se toque una coma de sus informes e investigaciones.
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