Sacyr crea una filial para entrar en el negocio de las energías renovables
La compañía ha constituido Sacyr Concesiones Renovables
Sacyr ha constituido una filial para entrar en construcción y explotación de instalaciones para generar energías renovables. Se trata un nuevo negocio que persigue enfocar su crecimiento hacia al negocio concesional, lo que traducirá en una ampliación de la actividad del grupo. En la actualidad, el grupo está entrado en las infraestructuras de transportes.
Manuel Manrique, presidente de la empresa española de infraestructuras, ha asegurado ante sus socios que «el grupo avanza en la entrada de nuevas líneas de negocio cómo las energías renovables». Sacyr ha construido instalaciones de este tipo para terceros y ha gestionado plantas de biomasa de unos 50 megavatios (MW) de potencia, instalaciones que vendió el pasado año.
Ahora, la compañía ha constituido Sacyr Concesiones Renovables, filial cuyo objeto social será la «promoción, gestión, diseño, construcción, explotación y mantenimiento de instalaciones destinadas a la producción de energía renovable».
Según consta en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME), el consejo de la nueva filial se sentarán el consejero delegado de Sacyr Concesiones, Rafael Gómez del Río, el director de Desarrollo de esta división del grupo, Félix Corral Hernández, y su director financiero, Rodrigo Jiménez-Alfaro.
Sacyr da el primer paso para entrar en la construcción de este tipo de instalaciones mientras Repsol, grupo energético del que es primer accionista con una participación del 7,8%, está impulsado su posicionamiento en este tipo de energías limpias.
Así, la constructora se sumaría a la apuesta que están realizando por este sector distintos grupos e inversores ante el auge que presenta por los cambios regulatorios y la apuesta por las energías sostenibles en España.
La nueva estrategia de Sacyr
El posicionamiento en renovables por parte de Sacyr constituye una de las líneas de la nueva estrategia emprendida el pasado año, toda vez que dio por cumplidos, con antelación respecto a la fecha prevista de 2020, los objetivos que se marcó en el plan que lanzó en 2015 para «estabilizar la compañía».
El otro gran objetivo del grupo, además del ya anunciado de orientar su política de crecimiento e internacionalización hacia el negocio de concesiones, pasa por reducir significativamente su deuda con recurso, actualmente de unos 1.000 millones.
Sacyr prepara su desembarco en renovables en tanto trabaja para extender su negocio concesional. En este sentido, tiene el foco puesto en Estados Unidos, Canadá y Australia, países que busca convertir en «recurrentes».
En paralelo, aspira a seguir creciendo en los que considera ‘home markets’. Este es el caso de Italia, donde incluso prevé lanzar junto otros inversores un fondo de inversión a través del que pujar por nuevos proyectos concesionales en el país.
Con todo, el grupo confía que el negocio de concesión de infraestructuras aporte el 85% de su beneficio bruto de explotación (Ebitda) ya en este año, frente a la tasa del 75% que supuso en 2018.