¿Qué riesgos conlleva centrar la economía en el turismo?

paris-turismo
Una turista fotografía la catedral de Nôtre Dame de París. (ADP)

El sector del turismo ha permitido, durante los últimos años, la creación de muchos puestos de trabajo. Se puede afirmar que es uno de los máximos generadores de ocupación. Ahora bien, la cantidad no siempre está relacionada con la calidad. En el sector de la hostelería es donde la temporalidad es más alta y los sueldos, también, más bajos. Por lo tanto, un modelo basado y enfocado solamente en el turismo puede provocar, en el medio plazo, un empobrecimiento general y pérdida de oportunidades. A continuación, analizaremos las consecuencias de enfocar una parte importante de la actividad solamente en el turismo.

¿Qué riesgos comporta una economía con alto peso del turismo?

Actualmente, podemos encontrar una gran cantidad de inversores extranjeros que quieren invertir en lugares como Barcelona para aprovechar el gran tirón que la ciudad tiene para el turismo. Tal hecho, que en un primer momento puede parecer positivo, tiene otras consecuencias a tener en cuenta y que pueden lesionar la competitividad general del país:

  • Bajos salarios: de todos los sectores de actividad, el del turismo es el que peores salarios paga. En un reciente estudio, se calculó que la media en este ámbito es de poco más de 15.000 euros anuales. Muy por debajo de, por ejemplo, la industria y otros servicios.
  • Alta temporalidad: aunque se hacen esfuerzos para intentar evitar la estacionalidad del turismo, la actividad se concentra, según el lugar, en específicos meses del año. Por ejemplo, en la costa, la época más demandada es durante el verano, para poder disfrutar del sol y la playa. Por lo tanto, durante los otros meses, el nivel de contratación es muy bajo.
  • Alta tasa de subcontratación: después de la reforma laboral de 2012, se abrió la puerta a poder generalizar las subcontrataciones en el sector. De esta forma, actualmente, se calcula que hasta el 60% del personal que trabaja en el ramo de la hostelería lo hace mediante una subcontrata. Evidentemente, las condiciones en este caso son peores y la precariedad, mayor.
  • Alta dependencia de factores externos: en parte, el gran incremento del turismo en el país ha sido consecuencia de los problemas que ha habido en el norte de África y otros países europeos. La inseguridad provocada por los atentados perpetrados por jihadistas ha desplazado parte del turismo hacia aquí al considerar, especialmente la zona Mediterránea, como más segura. Ahora bien, todos estamos expuestos a ello. ¿Qué pasará si, por desgracia, sucede algo parecido aquí?
  • Incremento del coste de la vida: la llegada de turistas con un poder adquisitivo mayor que la población autóctona provoca un incremento de precios que reduce la capacidad adquisitiva de aquéllos que viven en la localidad durante todo el año. Un ejemplo claro lo encontramos con el espectacular incremento de los alquileres en ciudades como Barcelona, que está provocando que muchos barceloneses se vean obligados a marchar por la imposibilidad de hacer frente a los nuevos precios.
  • Peligro de pérdida de calidad: las peores condiciones laborales de quienes trabajan en el sector pueden tener como consecuencia una reducción de la calidad que se ofrece al visitante. Por lo tanto, a medio y largo plazo, la pérdida de atractivo y una reducción de los visitantes.
  • Coste de oportunidad: el hecho de centrarse tanto en esta actividad de poco valor añadido provoca que no crezcan negocios relacionados con otros de más valor y que conllevarían unas mejores condiciones de contratación, competitividad y crecimiento sostenido en el tiempo.

Lo último en Economía

Últimas noticias