Renfe apuesta por la eficiencia energética y la descarbonización para luchar contra el cambio climático

Reducción de 9,9 millones de toneladas y un ahorro de 250 millones de euros.

Renfe ha reducido su huella de carbono un 56% desde 1990.

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La movilidad es una de las principales causas del calentamiento global, por ello es necesario contribuir a que el futuro de la movilidad sea sostenible, así como segura y sana desde el punto de vista medioambiental. En esta línea, Renfe está trabajando bajo los parámetros del ‘Plan Director de Lucha contra el Cambio Climático 2018-2030’, un ambicioso paquete de medidas centrado en la eficiencia energética y la descarbonización del sector transporte con el fin de reducir los gases de efecto invernadero en 9,9 millones de toneladas.

A través de este documento, Renfe contribuye de manera activa en la lucha contra el cambio climático y con los compromisos marcados por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas como, por ejemplo, el objetivo 13 ‘Acción por el clima, que contempla limitar la temperatura media global a 2ºC por encima de los niveles pre-industriales.

Este ‘Plan Director de Lucha contra el Cambio Climático 2018-2030’ se ha elaborado conjuntamente con Adif para dar respuesta al acuerdo que ambas entidades firmaron en marzo de 2018 donde quedaron fijados objetivos de reducción de consumo energético y de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) por el sistema ferroviario en España, así como otros compromisos económicos hasta 2030.

Tres ejes: descarbonización, eficiencia energética y sensibilización

Las líneas estratégicas de este paquete de medidas y compromisos de Renfe para con el planeta y el medio ambiente son la gestión de la energía, la eficiencia energética, la descarbonización, así como la cultura de sensibilización ante distintos grupos de interés dentro y fuera de las organizaciones, recogidas, con un alcance más general, en el ‘Plan de Sostenibilidad y Cambio Climático de las Infraestructuras y el Transporte del Ministerio de Fomento’ para todas las empresas del Grupo Fomento. Además, se contemplan un total de nueve programas en los que se agrupan 20 medidas y 76 proyectos forman componen este ‘Plan Director de Lucha contra el Cambio Climático 2018-2030’.

El transporte es el sector del que procede el 26% de las emisiones de gases de efecto invernadero en España. El ferrocarril, concretamente, es –con diferencia– la forma menos emisora de estos gases atmosféricos si lo comparamos con la carretera o la aviación. Por ello, el cambio modal hacia los trenes es –y debe ser– uno de los objetivos generales de este paquete de medidas impulsadas desde Renfe, sobre la base del Libro Blanco del Transporte de la Unión Europea (UE).

Los objetivos de transferencia modal hacia el ferrocarril, tanto de mercancías como de viajeros, señalan una paulatina reducción de emisiones en la próxima década hasta alcanzar una reducción del 2% en 2030 para el sector del trasporte en España. Dado que Adif y Renfe contribuyen a un 1% de las emisiones del sector, esta transferencia conseguiría reducir casi el doble de lo que se emite.

Reducción de 9,9 millones de toneladas y un ahorro de 250 millones de euros

La eficiencia energética y la descarbonización progresiva del sistema, así como la operación ferroviaria son los otros dos principales objetivos del ‘Plan Director de Lucha contra el Cambio Climático 2018-2030’. Por ello, las medidas recogidas en esta materia están dirigidas a poder conseguir una reducción acumulada del consumo energético de unos 5.300 GW/h hasta 2030.

La reducción de emisiones de gases de efecto invernadero acumuladas gracias a estos tres factores de actuación que definen el ‘Plan Director’ –cambio modal, eficiencia y descarbonización– podrían superar las 9,9 millones de toneladas de CO2 en 2030. Es decir, una reducción de emisiones superior al 30% de las que genera el ferrocarril en España. Y no sólo eso, además en términos de ahorro económico la estimación supera los 250 millones de euros.

Renfe ha reducido su huella de carbono un 56% desde 1990

Cabe destacar, además, que los antecedentes de este ‘Plan Director’ se encuentran en los planes de eficiencia y sostenibilidad energética que Renfe viene desarrollando desde hace años. La empresa ha reducido su huella de carbono un 56% desde 1990 –año base del Protocolo de Kioto– hasta situarse en 24,2 gramos de CO2 por unidad transportada y también mantiene activas prácticas de consumo y ahorro de energía en trenes e instalaciones, así como proyectos de innovación para analizar la tracción mediante gas natural licuado (GNL) o pilas de hidrógeno como potenciales sustitutos del combustible fósil.

Toda esta experiencia se incorpora a este nuevo y ambicioso ‘Plan Director’ que, además, integra en su análisis otras inversiones como el ‘Plan de Material’ –nuevos trenes– o los ‘Planes de Cercanías’ anunciados por el Ministerio de Fomento.  Además, el primer plan citado –que trabaja desde 2018 con la mirada puesta en 2030– también contempla entre sus actuaciones la compra de energía eléctrica verde –con certificados de Garantía de Origen–, un gesto que permitirá la reducción de emisiones acumuladas en más de 7 millones de toneladas de CO2 hasta 2030 en el conjunto de la red gestionada por Adif y sobre la que Renfe opera.

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