Los portales de oferta: ¿un ejemplo de inversión fallida?

portales de oferta
Groupalia.

A la hora de invertir, es imprescindible tener una mirada a medio y largo plazo porque, aquello que hoy es un éxito, puede tener poco recorrido en un futuro. De forma paralela a los años más duros de la crisis económica, aparecieron una gran cantidad de portales de ofertas por Internet, como LetsBonus o Groupalia. Se trataba de un modelo de negocio que, a priori, podría parecer atractivo: ofrecían experiencias o productos a precios más reducidos a los habituales a partir de acuerdos con las empresas que se anunciaban en el portal. De hecho, al principio, consiguieron recoger el favor de muchos inversores de capital riesgo que decidieron apostar por ellos.

Ahora bien, ahora mismo el panorama es desolador: solamente quedan dos grandes grupos, Ofertix (que agrupa a Groupalia, LestBonus y Offerum) y Groupon, la empresa pionera en el sector. Además, la primera se encuentra con graves problemas. Hay proveedores que aseguran que hace meses que no cobran y otros han dejado de trabajar con ellos.

¿Qué ha provocado la caída de los portales de ofertas?

Algunos de los motivos que han provocado que lo que una buena inversión, finalmente, no haya tenido el desarrollo esperado son los siguientes:

  • Exceso de oferta: nacieron de golpe, en muy poco tiempo, multitud de portales que pretendían servir a una demanda que, realmente, no era tan amplia como en un principio se había calculado.
  • Calidad de algunos servicios: es habitual encontrar quejas por parte de usuarios que compran algún cupón. Por el hecho de no dar a la empresa el mismo margen que un cliente habitual, algunas veces el servicio prestado es peor. Ello ha tenido un impacto directo en la imagen de las compañías encargadas de ofrecer estos cupones.
  • Cantidad excesiva de sectores ofertados: es posible encontrar ofertas sobre una gran cantidad de servicios o productos. Probablemente, por ese motivo, se ha asociado la adquisición de estos cupones a mala calidad. Algunas empresas intentaron crear portales especializados, pero tampoco han tenido demasiado éxito.
  • Cierta recuperación económica: dado que las familias disponen de más dinero a gastar o tienen menos miedo a utilizar sus ahorros, estas páginas de descuento pierden parte de su público objetivo.
  • Descuentos no tan elevados como los ofertados: se trata de un problema relacionado con las expectativas y la realidad. Algunas veces, realmente, el porcentaje de rebaja ofertado resultaba no ser tal. Entonces, aunque el precio fuera más reducido al real, dado que la proporción no era la esperada, se generaba insatisfacción por el no cumplimiento de las expectativas y una cierta sensación de sentirse «estafado».

Lo último en Economía

Últimas noticias