Economía

Porsche 911: ¿Carrera?

Porsche 911
Porsche 911

“Si uno no fracasa de vez en cuando, entonces no se ha retado lo suficiente a sí mismo”. Ferdinand Porsche

Como mantenía Yoko Ono y comparto, un sueño que sueñas solo, es sólo un sueño. Un sueño que sueñas con alguien más, es una realidad. Una realidad que a menudo refleja aquello de: ¡salta y aparecerá el paracaídas! Al fin y al cabo, los hechos nos definen y una actitud determinante ante ellos es un reflejo de liderazgo que nos puede llevar a ser creativamente disruptivos.

Y hablando de sueños, he de confesarles tener una devoción absolutamente declarada al margen de las bolsas: el motor. Desde muy niña me atrae desmesuradamente su mundo, su olor, su sonido, y sobre todo la cantidad de sensaciones que me brinda… Escuchar el rugido de un buen motor de gasolina con 6 cilindros mientras conduces, como el que utiliza Porsche para su buque insignia Porsche 911 Carrera S, siendo la auténtica bestia de asfalto que es, me tiene el corazón secuestrado.

Pero obviamente no estoy aquí para explicarles las múltiples cualidades del Porsche 911 aunque quisiera, más bien hoy quiero compartir con ustedes la que sin duda es la operación del año; ¡la IPO de Porsche! que tras varios años al amparo del grupo Volkswagen, salta al parqué en busca de una mayor independencia en sus decisiones bajo una inyección de liquidez más que necesaria para competir contra Tesla en el liderazgo del coche eléctrico. ¿Y por qué es tan especial esta salida a bolsa? se preguntarán.

En primer lugar, por las cifras, que calculo que podrían llegar hasta los 85.000 millones de euros, algo que convertiría de facto a Porsche en nada menos que la mayor salida a bolsa de Europa de toda la historia, transformando así a la buena de Porsche en mucho más que un icono del motor, y ya es decir. Y en segundo lugar, por la propia casuística de la compañía, puesto que no es simple de comprender para la gran mayoría un proceso corporativo tal.

Actualmente, podemos comprar acciones de Porsche SE, el holding empresarial que lejos de ser una fábrica de coches, es una compañía que tiene en su activo la mayoría social de Volkswagen con un 53,3% de las acciones, y muchos tienden a confundirlo. A su vez, la explotación de la marca Porsche AG está en manos de Volkswagen y es lo que sale a cotizar en esta IPO; la división de fabricación de coches de la marca Porsche AG en manos de Volkswagen que, al mismo tiempo, está en manos de Porsche SE. Todo este galimatías viene a colación de la guerra por el control de Porsche AG que se produjo entre 2006 y 2008.

Les cuento, con el objetivo de prepararse para esta salida a bolsa, el capital social de Porsche AG se dividió en 911 millones de acciones de Porsche AG que se dividirán en 455,5 millones de acciones preferentes y 455,5 millones de acciones ordinarias con un claro guiño del CEO Mr. Oliver Blume al icónico modelo de la marca. El objetivo de la automovilística es sacar un 25% de las acciones preferentes a bolsa, mientras que un 25% más 1 acción de las ordinarias se le venderán a Porsche SE, que pagará el precio de cotización con el que se estrene en el mercado más una prima del 7,5%.

El Fondo Soberano de Inversión de Catar, el Qatar Investment Authority, ha expresado un gran interés en actuar como inversor principal en esta salida a Bolsa de Porsche AG y tiene la intención de comprometerse bajo una inversión del 4,99% del capital de acciones preferentes. En caso de que la IPO tenga éxito, Volkswagen propondría a los accionistas distribuir un dividendo especial por valor del 49% de los ingresos brutos totales de la colocación de las acciones preferentes y de la venta de las acciones ordinarias.

En este caso, Volkswagen seguiría teniendo una participación mayoritaria e incluiría a Porsche en sus estados financieros, por lo que la cooperación industrial entre Volkswagen y Porsche AG continuaría después de esta maravillosa salida a Bolsa. En cuanto a las métricas de valoración de la IPO, Porsche AG podría estar valorada entre 60.000 millones y 85.000 millones de euros, según los primeros informes publicados que he tenido el placer de analizar, el cual se acerca al valor total de mercado actual de Volkswagen que es de 87.000 millones de euros, algo que como comprenderán es absolutamente absurdo.

¿Acaso el mercado está valorando en 2.000 millones de euros sus marcas VW, Skoda, Seat, Cupra, Audi, Bentley y Lamborghini, más su división financiera? ¡de locos! Me queda muy claro entonces el colosal interés de Volkswagen en aprovechar el calor de la subida en bolsa de Ferrari para sacar el máximo beneficio de Porsche, en un mercado, por cierto, capaz de pagar cualquier absurdidad irracional como hemos visto en Tesla. Ay ay ay, ¿aún confundimos valor con precio, señores? Y es que números en mano, Porsche AG ha vuelto a registrar un fuerte crecimiento de los ingresos, su beneficio operativo y el margen operativo que se establece cerca del 20% es todo un hito en la industria y con cifras de ventas cercanas a los 39.000 millones de euros, yo diría que pueden estar muy satisfechos.

Cabe destacar, que bajo estas cifras, Porsche AG generó el 25% de los beneficios operativos de todo el grupo Volkswagen, que son nada menos que 13.000 millones de euros. Este hecho permitiría alcanzar una valoración de 20 veces beneficios, algo muy alejado de la media sectorial, pero eso sí, con un descuento 40 veces superior al que ofrece Ferrari actualmente para nosotros en el mercado.

Dicho todo lo cual, abriendo otro melón que he podido degustar al analizarla a fondo, les cuento que Volkswagen está por delante de sus rivales en el desarrollo de coches eléctricos y construcción de plantas de baterías, que tiene un sólido balance con 28.000 millones de liquidez neta y que en mi opinión su baja valoración en el mercado no refleja el desafío de una industria en transformación hacia el coche eléctrico para las próximas décadas. Tal vez sea por el problema de gobierno corporativo que tras la guerra de poder entre Porsche AG y el grupo Volkswagen ha sido santo y seña en la compañía, que implora un orden societario flexible que permita la toma de decisiones de forma más ágil para explotar el enorme potencial del grupo Volkswagen en general y de mi querida Porsche en particular.

Como decía Mr. Ferdinand Porsche, si uno no fracasa de vez en cuando, entonces no se ha retado lo suficiente a sí mismo y este fantástico lema que cubre las paredes del headquarters de Porsche en Stuttgart, es una clarísima declaración de intenciones de lo que significa esta impresionante IPO que mantiene a Mr. Market en vilo.

No puedo negarles que como buena porschista que soy, estoy ilusionada con la posibilidad de ser accionista de Porsche AG, pero antes que porschista soy Trader y claro, un buen camino para llegar al 911 Carrera podría ser aprovechar el rebufo de este olor a victoria que transmite la IPO de Porsche, ¿cómo? comprando acciones del que bien seguro será el gran ganador de esta batalla, ¡Volkswagen!

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