Tecnología

La popular aplicación de audios Clubhouse cae en desgracia por las imitaciones de otras redes sociales

clubhouse
Aplicación de Clubhouse.

El fenómeno de la red social Clubhouse, que durante la pandemia se hizo viral gracias a sus atractivos audios, plagados de interesantes temas abordados, que iban desde la innovación, las finanzas, el marketing a, incluso, la lectura de relatos y adivinanzas, ha ido perdiendo adeptos y muchos se preguntan por qué.

Sin duda, es un caso particular, ya que durante su explosión en los meses del confinamiento por el coronavirus atrajo a su plataforma voces como la del fundador del fabricante de coches eléctricos Tesla, Elon Musk, o del creador de Facebook, Mark Zuckerberg, y llegó a alcanzar 10 millones de descargas en el primer trimestre de 2021, apenas un año después de su lanzamiento. Permitía compartir una conversación en una sala con personalidades de renombre, a los que se podía escuchar en directo e incluso preguntar, lo que generaba mucha implicación entre los participantes. Suponía una oferta de distracción diferente, en una situación social muy excepcional en la que las personas tenían restringido el contacto directo con los demás.

«Jugó a su favor la novedad del audio frente a tantas opciones de entretenimiento a través de pantallas», explica Luis Miguel Pedrero, profesor de Comunicación y Artes de la Universidad Antonio de Nebrija.

Desde entonces la aplicación fue avanzando, añadiendo funcionalidades, como subtítulos o la posibilidad de grabar y programar las sesiones, lo que enriqueció la experiencia de los usuarios, pero eso no impidió que fuera desinflándose a medida que la vida social fue recuperando algo de normalidad y redes sociales como Twitter ponían en marcha aplicaciones parecidas como Spaces, lo que ha añadido una voraz competencia para un concepto hasta ahora inédito.

«Todo lo que funciona en este entorno digital se copia», comenta Pedrero, pero recalca que «Clubhouse para siempre será pionera, creadora de una propuesta de interacción social, de audio a medio camino entre lo que es el directo y el podcast, muy temático, muy especializado».

Pérdida de atractivo

Además, al principio de su existencia, Clubhouse contaba con un aura de exclusividad, ya que los usuarios solo podían acceder a la plataforma con una invitación de una persona conocida y solo si eran usuarios de un dispositivo iOS. Al desaparecer estas limitaciones el verano pasado, Clubhouse ha perdido sex appeal.

La masa crítica de esta aplicación se va a ir ajustando a una cifra muy inferior a la que llegó a alcanzar en el pico más alto, encaminándose hacia a una audiencia más reducida, pero no por ello perderá su utilidad como instrumento para que los anunciantes lleguen a públicos muy segmentados, a los que, por ejemplo, presentar un producto, señala este experto.

«Clubhouse va a tener siempre el aliciente de ser un complemento en las estrategias, desde empresas de comunicación como de marcas, una especie de vehículo de marketing para promocionar en otros órdenes, incluso a nivel político», apunta Pedrero.

Recientemente, grandes empresas como Procter & Gamble o Intel han usado la plataforma de Clubhouse para promocionar sus marcas, según informó un portavoz de la firma en un correo electrónico a OKDIARIO.

Pese a que Clubhouse es la historia de otra aplicación con un éxito rutilante de corto recorrido, como ha sucedido a otras tantas redes sociales -en noviembre, registró 1,8 millones de descargas, si bien en diciembre la cifra subió a 2,6 millones-, su consejero delegado Paul Davidson no tira la toalla y asegura que el producto sigue evolucionando tras un desarrollo espectacular, pero considera que ha llegado el momento de tomarse un respiro, fijar la mirada en el largo plazo y centrarse en un crecimiento constante.

 

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