Revolución en la primera empresa española

Pablo Isla dimitió por sorpresa y aceleró la llegada de Marta Ortega a la presidencia de Inditex

Marta Ortega Inditex esta semana
Pablo Isla y Marta Ortega.
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Pablo Isla presentó su dimisión por sorpresa como presidente de Inditex y eso fue lo que precipitó el acceso a la presidencia de Marta Ortega. Así lo aseguran fuentes conocedoras de la situación, que añaden que fue el propio Amancio Ortega quien designó a Óscar García Maceiras como la persona adecuada para ser consejero delegado en la nueva etapa de la empresa sin presidencia ejecutiva.

La llegada de Marta Ortega a la presidencia era algo esperado por el mercado -y bien valorado, según algunas fuentes, ya que escenifica el compromiso de la familia con la compañía más allá del fundador, de 84 años de edad-, pero para más adelante. Sin embargo, la renuncia de Isla aceleró los acontecimientos, y provocó «un movimiento de fichas de ajedrez, en el que hubo que ir sustituyendo unas por otras».

En ese movimiento, el consejo consideró que Carlos Crespo (el anterior consejero delegado, hombre de confianza de Isla) no era el idóneo para seguir siendo consejero delegado con la nueva estructura. Aun así, la compañía decidió retenerlo como jefe de operaciones.

Otras fuentes, en cambio, sostienen que fue Marta Ortega quien planteó este nombramiento, aunque siempre con el visto bueno de su padre. Según explican, García Maceiras es íntimo de la hija de Amancio Ortega y la persona que «se ha ocupado de ella» dentro de Inditex. «Es un movimiento muy parecido al de El Corte Inglés cuando nombra a Víctor del Pozo consejero delegado y quita el poder a Jesús Nuño de la Rosa como paso previo a la llegada a la presidencia de Marta Álvarez».

En todo caso, el mercado se tomó bastante mal el hecho de seleccionar a un abogado del Estado sin experiencia ni conocimientos del negocio textil y que lleva en la empresa sólo desde marzo. Ésa es la principal razón que explica el batacazo del 6,17% que sufrió  la acción en Bolsa el martes, según fuentes del mercado.

La versión oficial de la empresa es que Isla mantiene una relación muy estrecha con el fundador desde su incorporación a Inditex en 2005 y que han creído los dos que era el momento idóneo para que Marta Ortega tome el control y que García Maceiras era la persona adecuada para el cargo de consejero delegado.

Marcha atrás en la profesionalización de Inditex

En el mercado muchos inversores consideran que «no tiene mucho sentido esta marcha atrás» después de que Amancio Ortega hubiera conseguido su objetivo de profesionalizar la gestión con Isla, después del intento fallido con José María Castellano. «Había conseguido una estructura idónea en la que la familia controlaba el capital y percibía los dividendos, mientras la empresa tenía una gestión profesional con un equipo, Isla y Crespo, muy bien valorado».

No obstante, los brokers de Santander y Bankinter consideran que la caída de ayer es una oportunidad de compra porque Inditex va a mantener su línea estratégica actual sin grandes cambios y el modelo de negocio tan exitoso de Inditex. Según el Santander, «aunque la noticia de hoy es algo sorprendente, es parte del cambio generacional a largo plazo y de la sucesión planeada en el grupo».

Por otro lado, algunos inversores se muestran muy críticos con la nueva estructura. En primer lugar, la empresa no ha aclarado cómo se van a repartir las funciones Ortega y García Maceiras, más allá de que la nueva presidenta «seguirá supervisando la imagen de marca y propuesta de moda de Zara». En segundo lugar, Ortega es una persona desconocida que tiene todo por demostrar y que «no te da imagen en el mercado».

En tercer lugar, «lo del abogado del Estado no se entiende. Ha trabajado en banca y en Sareb, pero siempre con perfil jurídico. También lo tenía en Inditex, donde era el secretario del consejo. Pero una empresa fashion/retailer requiere otro perfil», según otra de las fuentes.

No obstante, otros recuerdan que Isla también es abogado del Estado y tampoco sabía nada del negocio de Inditex cuando llegó procedente de Altadis (la antigua Tabacalera). «Y, aunque ahora Inditex sea mucho más grande que entonces, también tiene muchos más mimbres que hacen que sea más fácil de gestionar».

Por último, en el mercado tampoco se entienden muy bien las formas: «Lo normal en una empresa de este nivel sería anunciar la marcha de Isla con mucha antelación, es inimaginable algo tan precipitado».

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