Órdago de Montero: subir las pensiones con un IPC de dos dígitos aumentaría el gasto 18.000 millones

María Jesús Montero ha hecho un nuevo brindis al sol. La titular de Hacienda ha asegurado que, pese a los elevados niveles de inflación, las pensiones se revalorizarán en 2023 con el IPC, aunque este llegase a alcanzar los dos dígitos. Un órdago de la ministra que dispararía el gasto en pensiones en 18.000 millones, lo que supone aumentar esta partida en 49 millones cada día.
Según los últimos datos del Banco de España, actualizar las pensiones en 2023 con una inflación media del 7% costaría unos 12.600 millones a las arcas públicas. De esta forma, de alcanzarse un IPC medio de dos dígitos -es decir, del 10%- el Gobierno tendría que aumentar en 18.000 millones el gasto en pensiones. Un despilfarro que vacía la hucha de las pensiones, ya que la Seguridad Social destinó en el presente mes de marzo la cifra récord de 10.781,7 millones de euros al pago de pensiones contributivas, un 4,9% más que en el mismo mes de 2021.
El Ejecutivo de Sánchez sigue una hoja de ruta en pensiones que pasa por eliminar en los próximos años el déficit actual de la Seguridad Social, una meta cada vez más inalcanzable ante la evolución descontrolada de la inflación, que en febrero se situó en el 9,8%. Para ello, en los dos últimos ejercicios ha traspasado al Estado gastos que en teoría están dentro de ese sistema, como reducciones en la cotización o prestaciones contributivas al nacimiento y cuidado de menores, por un total de 4.570 millones, pero también se trasladan otros gastos por conceptos no detallados, con lo que no se aclara su naturaleza de gastos impropios, cuya suma se acerca a los 14.000 millones de euros. Esta falta de transparencia no contribuye a mejorar la certidumbre sobre la sostenibilidad ni clarificar la situación real del déficit.
La trampa de vincular las pensiones al IPC
«Hemos cambiado una ley en la que se plantea que la revalorización de las pensiones sea conforme al IPC y la cumpliremos, pero tenemos que esperar a aproximarnos a ese mes de noviembre para tenerlo previsto en el Presupuesto de 2023», ha afirmado Montero. Y es que, Pedro Sánchez ha recuperado la vinculación de las pensiones al IPC derogando el factor de sostenibilidad de Mariano Rajoy. Sin embargo, este nuevo mecanismo tiene trampa: no indexa las prestaciones a la inflación de noviembre, sino que vincula las pensiones al IPC medio.
Y, ¿cómo afecta este truco de Sánchez a los pensionistas? El gasto contemplado en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022 -con un IPC del 2%- ascendía a 171.165 millones de euros. Tras conocerse el dato de la inflación de noviembre de 2021, el IPC medio anual se ha situado en el 2,5%, superando en 786 millones el gasto previsto por el Ejecutivo socialista. Sin embargo, si se revalorizasen las pensiones, como se hacía con anterioridad al 2013, es decir, con el IPC del mes de noviembre -que se ha situado en el 5,5%-, el gasto del Estado aumentaría notablemente.
La diferencia es notable: esos 3 puntos porcentuales aplicados sobre la partida de gasto en pensiones suponen 4.800 millones que el Gobierno se ahorra y que los pensionistas dejan de recibir. De esta forma, si se divide esta cifra entre los cerca de 9,9 millones de personas que reciben esta prestación, Pedro Sánchez quita cerca de 500 euros a cada pensionista. Esto significa que en enero Sánchez elevará el gasto en pensiones cuatro décimas de déficit público, agravando la situación de las cuentas públicas en 2022.