Mobistyle, el proyecto europeo que incentiva a la ciudadanía a reducir el consumo energético
Las personas son los actores principales en la lucha contra la contaminación energética. Poniendo como piedra angular la actuación humana el proyecto europeo Mobistyle, con financiación procedente de Horizonte 2020, ha desarrollado cuatro herramientas tecnologías de información y la comunicación para incentivar la reducción del consumo de energía.
El objetivo general de Mobistyle es sensibilizar al consumidor y motivar el cambio de comportamiento proporcionando atractivos servicios de conocimiento combinados personalizados sobre el uso de energía, el entorno interior, la salud y el estilo de vida, mediante soluciones basadas en las TIC.
Proporcionar información más comprensible sobre energía, salud y estilo de vida motivará a los usuarios finales a cambiar su comportamiento hacia un uso optimizado de la energía y brindará confianza para elegir lo correcto. Ofrecerá a los consumidores más incentivos duraderos que solo información sobre el uso de energía.
La experiencia demuestra que promover la importancia de la eficiencia energética de un edificio como tal no es un factor impulsor atractivo para cambiar los hábitos cotidianos y estilo de vida de los usuarios del edificio.
Cambio de hábitos
Cambiar el comportamiento de los usuarios hacia un uso de edificios más eficiente energéticamente podría contribuir a lograr uno de los principales objetivos de la Unión Europea: reducir el consumo de energía y eliminar el desperdicio de energía.
La combinación de información sobre el uso de energía con otra información relevante, como la calidad ambiental interior, la salud personal y, eventualmente, combinada con otra información atractiva sobre el estilo de vida se puede utilizar para captar el interés de los consumidores y, lo que es más importante, cambiar su comportamiento y mantener sus nuevos hábitos e intereses a largo plazo.
Actualmente, la gran cantidad de datos y la ausencia de interés de los ocupantes en el conocimiento del rendimiento del edificio conduce a un mal uso de los servicios de construcción desarrollados. Surge la pregunta de cómo asegurarse de que los usuarios finales comiencen a utilizar las herramientas desarrolladas y cambien su comportamiento hacia un mañana mejor.