Martín (Renault): «En 2023 duplicaremos los volúmenes de producción hasta alcanzar los 200.000 coches»
El plan estratégico del Grupo Renault refleja la apuesta del fabricante automovilístico galo por las plantas españolas en las que ya se producen dos de los cinco modelos que llegarán a Valladolid y Palencia antes de 2025. Austral y Espace son los dos nuevos inquilinos de la fábrica palentina de Villamuriel del Cerrato, donde se espera duplicar la capacidad productiva de las líneas de ensamblaje hasta alcanzar las 200.000 unidades.
OKDIARIO entrevista a José Martín Vega, actual director del Polo Industrial de Renault en Iberia y director de la factoría de Palencia, en la presentación internacional del Renault Espace en Oporto, para conocer que impacto tendrá la llegada de las nuevas adjudicaciones para las fábricas de la firma del rombo en España.
«Incluso el año pasado, con situaciones muy complicadas, hemos hecho más de 500 contratos fijos»
José Martín Vega inició su andadura en 1997 en Renault dentro del departamento de soldadura de la fábrica de Palencia -de la que ahora es director-, pasó por varios puestos de responsabilidad antes de su nombramiento, en 2013, como director de la fábrica francesa de Maubeuge, y volvió para ejercer como director entre 2016 y 2020. Ese año regresó a Francia como VP, Suppliers Quality & Customer Satisfaction y desde el 1 de enero de 2022 es el director del Polo Industrial Iberia Vehículo.
Pregunta: ¿Qué importancia tiene la llegada de los nuevos modelos a las plantas de Renault en España? Concretamente, la del Espace, el último lanzamiento de la marca.
Respuesta: En el año 2021 ya se anunció el plan industrial Rennolution para España con la adjudicación de cinco vehículos nuevos: tres de ellos para Palencia y dos para Valladolid. El plan comenzó con el lanzamiento del Austral y continúa con la llegada del Espace, ambos producidos en la planta de Palencia.
Entonces, por el momento, esto supone tener dos vehículos modernos, dos vehículos de tecnología híbrida, con unos motores muy eficientes a los que esperamos que el mercado responda de forma favorable y eso comprometerá volúmenes mayores y más empleo para la fábrica de Palencia. Lo mismo ocurrirá con la fábrica de Valladolid, que ahora también está a dos turnos, en la que habrá renovaciones.
Entonces, no hay nada más que buenas noticias, y además estamos teniendo suerte con la llegada de componentes electrónicos, esto es con la reducción de los problemas de abastecimiento que desencadenó la crisis de los semiconductores.
P: ¿Cuánto podría incrementar la producción en la fábrica de Palencia con la llegada del Espace a las líneas de ensamblaje?
R: Pues es muy difícil estimarlo, porque eso va a depender de la reacción del mercado frente a los coches que tenemos ahora. La primera reacción con la llegada del Austral es favorable y la entrada adicional o complementaria del Espace nos ofrece, nada más, que una visión positiva de cara al año precedente y dentro de dos años mejor que el anterior.
P: ¿Concretamente, qué volúmenes va a manejar Palencia este año?
R: La fábrica de Palencia siempre ha trabajado con volúmenes superiores a 200.000 vehículos al año. Eso sí, dependiendo de los momentos de vida del vehículo. Al principio suelen ser volúmenes más bajos por la cadencia de las líneas de producción, que no alcanzar el nivel crucero hasta que el modelo no está consolidado en el mercado.
Creo que este año tendremos que alcanzar volúmenes de ese nivel superiores o a los 200.000 vehículos, cifras que estabilizan mucho la producción tras el impacto de la crisis de los semiconductores que provocó que la planta de Palencia cerrará 2022 con unas 100.000 unidades producidas.
Muy mal tendría que ir el mercado y la situación de la economía en España para que los niveles de producción no se duplicaran.
P: ¿Este aumento de la producción se traduce en el aumento de los turnos?
R: El incremento de los turnos va a depender mucho de cómo va a ser la entrada del Espace en el mercado. Esto nos va a decir poco a poco si debemos incrementar las líneas de producción que tenemos en marcha o no. Ahora mismo, estamos produciendo en Palencia el Renault Austral y el Megane. Este último modelo está llegando al límite de su vida comercial y con su salida se integrarán nuevos productos, pero esto no es algo negativo para la planta, ya que las nuevas adjudicaciones son productos mucho más atractivos que los que hemos fabricado, con lo cual es muy difícil imaginar que los volúmenes no serán iguales que aquellos que ya hemos conseguido anteriormente. La fábrica tendría que estar por encima de los 200.000 vehículos al año de una manera normalizada.
P: ¿Tenéis previsto contratar nuevo personal por el incremento de los volúmenes de producción?
R: Desde Renault, siempre hemos apostado por el trabajo fijo, incluso el año pasado, con situaciones muy complicadas, hemos hecho más de 500 contratos fijos. Entonces, en el momento en el que tengamos un volumen de pedidos que nos permita poder fabricar más vehículos y necesitemos un mayor empleo, la respuesta siempre será para favorecer el empleo fijo, porque es favorable para todos asegurar las competencias de las factorías o los compromisos de la gente con la marca.
No obstante, necesitamos que todo esto, todas estas intenciones de las que hemos hablado, se transforme en algo. Demanda, que guste el vehículo en el mercado y más producción. También hay que tener en cuenta otros factores, como que los mercados están muy ralentizados porque hay un problema de base, no sé si de comunicación o de índole política, que hace que la gente que quiere comprar un coche no sepa si gastarse el dinero en un diésel, un gasolina, un eléctrico o un híbrido y si por el motor le van a dejar entrar en la ciudad o no.
Lo que está claro, es que un cliente que se compre un híbrido va a acertar, no va a tener problemas, ningún problema diferente a lo que pueden ser otras soluciones eléctricas o electrificadas. Y tenemos la ventaja de que España es el polo de hibridación del grupo Renault, ya que la mayor parte de los vehículos híbridos de la firma se fabrican actualmente en las plantas de Valladolid y Palencia.
P: ¿Sigue afectando la crisis de los semiconductores a la producción de coches?
R: Estamos diciendo adiós, pero no lo hemos dicho todavía. Hace un año teníamos la crisis de penuria de componentes electrónicos en las fábricas y a lo mejor nos faltaban 20, 200 o 2.000 componentes por vehículo, ahora nos faltarán muchos menos, pero con que nos falte uno ya no podemos fabricar. Esto es, sí que se nota que estamos teniendo menos riesgo de penurias, pero todavía existe falta de componentes que nos obligan a parar las líneas de producción.
De hecho, a lo largo del año en las plantas de Palencia y Valladolid hemos tenido bastantes días de parada en los ensamblajes de las unidades, pero el mes de mayo, por ejemplo, ha sido de los meses más tranquilos desde que se inició la crisis de los semiconductores. Creo que ha sido el primer mes sin parar, lo cual ya aventura que la situación está mejorando, aunque todavía se nota que hay momentos complicados.
No obstante, en los meses de junio, julio y agosto, con los transportes marítimos que vienen desde Japón, desde Taiwan y desde Singapur, existe más colapso y creo que existirán más riesgos de penurias de componentes en estos meses que en el mes de mayo, que ha sido un mes brillante porque no hemos tenido prácticamente falta de componentes.