Lufthansa da la voz de alarma económica en el sector: rebaja casi un 20% el resultado esperado en 2024
El Grupo Lufthansa hace saltar las alarmas en el sector aéreo rebajando un 18% la previsión de resultados. Los costes, pero sobre todo, los retrasos en los aviones y las piezas que necesita, le van a costar un esfuerzo importante a la aerolínea alemana, y ganará entre 1.400 y 1.800 millones, cuando esperaba estar por encima de los 2.200 millones de euros este año.
La compañía, a través de un comunicado, asegura las perspectivas de la empresa dependen en gran medida de la evolución de los resultados de Lufthansa Airlines y del tradicionalmente importante cuarto trimestre de Lufthansa Cargo.
Además, espera que el flujo de caja libre ajustado sea «significativamente» inferior a 1.000 millones de euros, debido a la nueva previsión del Ebit ajustado y las incertidumbres en torno al desarrollo de las inversiones en la segunda mitad del año.
En el segundo trimestre del año, el grupo alemán logró un Ebit ajustado de 686 millones de euros, un 37,6% menos que el mismo periodo de 2023. Esto se explica por el impacto negativo por los rendimientos relacionados con el mercado en todas las regiones de tráfico, especialmente en Asia.
Una de sus filiales, Lufthansa Airlines, se ve especialmente afectada por los retos que plantea la tendencia negativa del mercado y por las ineficiencias en las operaciones de vuelo del grupo y Cityline, a causa también del retraso en la entrega de aviones.
Para las demás aerolíneas de pasajeros, así como para Lufthansa Technik y Lufthansa Cargo, se espera que los beneficios del segundo semestre se mantengan en general al nivel del año anterior y, en algunos casos, sean superiores.
Con todo, Grupo Lufthansa dará más detalles sobre las perspectivas financieras cuando publique sus resultados definitivos del segundo trimestre el próximo 31 de julio.
Pendientes de la fusión ITA-Lufthansa
La Comisión Europea informó a principios de mes de que finalmente da luz verde a la fusión de ITA Airways con Lufthansa, una autorización condicionada a la cesión de varias rutas de corta y larga distancia a otros competidores para evitar las distorsiones en la competencia que Bruselas identificó inicialmente y le llevaron a abrir esta investigación en profundidad.
La absorción de la aerolínea italiana con capital público por el grupo alemán llega tras meses de negociaciones para revisar los compromisos ofrecidos por Lufthansa en enero y que los servicios comunitarios consideraron «insuficientes».
«Debíamos evitar que los pasajeros acabasen pagando más o con acceso a menos servicios y de peor calidad en determinadas rutas dentro y fuera de Italia», dijo en su comunicado la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario responsable de Competencia, la liberal Margrethe Vestager, para explicar la decisión.
En su diagnóstico inicial, Bruselas vio problemas de competencia en algunas rutas, por ejemplo en conexiones con países de Europa central para las que apenas hay vuelos directos y en las que Lufthansa e ITA compiten ya con pocos aerolíneas, principalmente de bajo coste y que operan desde aeropuertos secundarios más alejados.