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Llegó para desbancar a Zara y ahora está cerrando sus tiendas: adiós a la mítica marca de ropa

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Blanca Espada

La industria de la moda rápida ha sido testigo de innumerables cambios en las últimas décadas. Marcas que en su día revolucionaron el sector y se convirtieron en referentes, hoy se ven obligadas a reestructurar su negocio ante la evolución del mercado y los nuevos hábitos de consumo. Hace poco lo contamos sobre United Colors of Benetton y ahora parece que le está pasando a H&M, que lleva algunos meses cerrando tiendas en España.

La firma sueca que en su momento compitió de tú a tú con Inditex ahora afronta el cierre de decenas de tiendas en España. Un golpe que marca un antes y un después en nuestro país,  para una de las marcas de moda más icónicas del fast fashion. El cierre esperado es de 28 tiendas menos en el territorio nacional y 492 despidos, por lo que se trata de una crisis que, aunque esperada por algunos expertos, sigue causando impacto en el sector textil. El declive de las ventas en tiendas físicas, el auge del comercio online y el creciente interés por modelos de consumo más sostenibles han pasado factura a la marca. Pero, ¿cómo se ha llegado a esta situación y qué supone realmente este cierre para la industria de la moda?

Llegó para desbancar a Zara y ahora está cerrando sus tiendas

A pesar de haber sido una de las principales competidoras de Inditex durante años, los números recientes de H&M muestran una realidad preocupante. En el tercer trimestre de 2024, la compañía registró una caída del 30% en sus beneficios, lo que supuso una pérdida de unos 258 millones de euros. Ante esta situación, la firma se vio obligada a revisar sus previsiones financieras y tomar medidas drásticas para tratar de frenar la sangría económica.

El impacto en España ha sido significativo, ya que el país concentra el 17% de los cierres de H&M en todo el mundo. En los últimos meses, tiendas emblemáticas de la marca han bajado la persiana de manera definitiva. Un claro ejemplo de ello son los cierres de los establecimientos de Elche, Orihuela y Torrevieja, que supusieron el despido de medio centenar de trabajadores. La situación recuerda a lo ocurrido en 2021, cuando H&M también cerró tiendas clave en Madrid, como las de Gran Vía y Conde Peñalver.

Factores que han llevado al declive de H&M

Son varios los motivos que han empujado a la firma sueca a tomar esta difícil decisión. En primer lugar, los cambios en los hábitos de consumo han sido determinantes. La pandemia aceleró la transición hacia el comercio electrónico, y muchas marcas han visto cómo sus ventas en tiendas físicas se desplomaban. Inditex ha logrado adaptarse mejor a esta transformación, apostando por establecimientos más grandes y experiencias de compra innovadoras, mientras que H&M ha tardado más en reaccionar.

Otro factor clave es el aumento de los costes de producción. Con la inflación afectando a la industria textil y el encarecimiento de las materias primas, la rentabilidad de la empresa se ha visto comprometida. La competencia también ha jugado un papel crucial. Firmas emergentes como Shein y Temu, con sus agresivos precios low-cost y su modelo de negocio completamente digital, han arrebatado una gran cuota de mercado a marcas tradicionales como H&M.

Por si esto fuera poco, el mercado de segunda mano está en auge. Plataformas como Vinted o Wallapop han ganado popularidad entre los consumidores que buscan ropa a precios más bajos y opciones más sostenibles. Esto ha golpeado directamente a las marcas de fast fashion, que se ven obligadas a redefinir su estrategia para seguir siendo competitivas.

La crisis del sector textil: un problema que va más allá de H&M

El cierre de tiendas de H&M no es un caso aislado, sino un reflejo de la crisis que atraviesa el sector textil en España y a nivel mundial. Desde 2020, más de 18.000 tiendas de moda han cerrado en el país, y el número de puntos de venta físicos ha caído un 30% desde 2019. En 2023, el total de establecimientos de moda en España se situó en 43.879, lejos de los 61.891 que existían antes de la pandemia.

A pesar de que el gasto en moda creció un 4,89% en 2023, con una media de 922 euros por familia, esta aparente recuperación no se ha traducido en una mejora para las tiendas físicas. La realidad es que los consumidores han cambiado la forma en que compran ropa, priorizando la comodidad del comercio online y el ahorro que ofrecen otras alternativas.

Menos tiendas y más digitalización

Ante este panorama, las grandes compañías de moda han tenido que replantearse su modelo de negocio. Inditex, por ejemplo, ha apostado por cerrar tiendas pequeñas y concentrar su actividad en grandes flagship stores en ubicaciones clave. Además, ha fortalecido su presencia en el comercio electrónico, con mejoras en su web y aplicaciones móviles que facilitan la compra online.

H&M también está tratando de adaptarse. La empresa ha implementado nuevas tecnologías en sus tiendas, como cajas de autopago y probadores inteligentes, con el objetivo de mejorar la experiencia del cliente y reducir costes. Además, la firma está explorando nuevas líneas de negocio, incluyendo colecciones más sostenibles y colaboraciones con diseñadores de renombre.

Sin embargo, la competencia sigue siendo feroz, y marcas como Shein y Temu continúan ganando terreno con su modelo de venta 100% online y precios imbatibles. El mercado de segunda mano, por su parte, sigue en crecimiento, consolidándose como una alternativa real para los consumidores que buscan moda a precios accesibles y con menor impacto ambiental.

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