Los grandes inversores se resignan a los disparates de Sánchez a la espera de la victoria del PP
Los mayores inversores extranjeros en España se han resignado a las medidas disparatadas de Pedro Sánchez, como el impuestazo a los bancos y a las empresas energéticas, y lo dejan ya por imposible. No obstante, no tiran la toalla con nuestro país, sino que ponen sus esperanzas en la próxima victoria electoral de Alberto Núñez Feijóo, que esperan que llegue cuanto antes, para que se normalice la política económica.
Así quedó de manifiesto en una reunión de varios grandes fondos de inversión organizada por Citi la semana pasada en Londres, en la que estuvieron presentes dos de los mayores accionistas de las empresas españolas: la gestora de fondos estadounidense BlackRock y Norges Bank, el fondo soberano de Noruega.
Según fuentes al tanto del encuentro, estos gigantes de la inversión manifestaron su descontento con la deriva del Gobierno español, al que consideran «totalmente desfasado». Respecto a los nuevos impuestos, consideran que son su «última bala» para tratar de remontar en unas encuestas que dan por segura su derrota en las próximas elecciones generales.
Pero precisamente la expectativa del cambio de Gobierno frena su salida de España y les hace mantener sus millonarias inversiones en nuestras empresas. En su cabeza tienen muy presente el precedente de Grecia, donde la salida de Syriza del Gobierno en 2019 frente al partido de centroderecha Nueva Democracia provocó una fortísima subida de los bancos en Bolsa, que prácticamente duplicaron su cotización.
«España es mejor economía y los bancos españoles son mucho mejores que los griegos, así que podrían repetir la jugada cuando el PP gane las elecciones», es lo que opinan estos fondos, según algunas de las fuentes.
La tentación de considerar la banca española «no invertible»
Esta visión se ha impuesto a la tentación de considerar a la banca española «no invertible» (uninvestable), debido no sólo al nuevo tributo, sino sobre todo a la inseguridad jurídica que genera, por temor a que el Gobierno siga sacándose de la manga medidas contra el sector para arañar votos.
La prestigiosa firma de análisis Bernstein/Autonomous, especializada en el sector financiero, considera que «tanta incertidumbre política es claramente perjudicial para el coste de capital del sector. Y es obviamente tentador tirar la toalla y simplemente considera el sector no invertible». No obstante, prefiere adoptar la visión «pasada de moda» de que hay un precio para todo, y cree que el reciente batacazo del sector en Bolsa lo han dejado muy barato.
«Alucinados con el impuesto»
Eso sí, no ahorra en críticas a la medida: «Estamos alucinados de ver al Gobierno español aprobar una tasa sobre los ‘beneficios caídos del cielo’ del sector bancario antes incluso de que el BCE haya empezado a subir los tipos de interés. Debe de ser una curiosa definición de ‘beneficios caídos del cielo’ si incorpora unos tipos que van a subir desde -50 puntos básicos hasta quizá +130 puntos básicos en los dos próximos años. Lo llamaríamos una vuelta a la normalidad, más que caídos del cielo».
«Dicho esto, hemos cubierto los bancos europeos durante suficiente tiempo para saber que los políticos tienen una gran capacidad para hacerse daño económico a sí mismos», añade. Y concluye que «creemos que el movimiento de España tiene más que ver con la política interna que con la lógica económica».
Credit Suisse tampoco llega al extremo de considerar que no se puede invertir en la banca española, pese a que calcula que el impuesto va a tener un duro impacto en las entidades, sobre todo en CaixaBank. Al contrario, busca argumentos positivos para mantener la inversión en el sector, como sus «sólidos» niveles de capital y una calidad de los activos resistente… que puede no serlo tanto si el deterioro de la economía es mayor del esperado.