Los inversores activistas fuerzan a Vodafone a participar en la consolidación del mercado español
El consejero delegado de Vodafone, Nick Read, volvió este martes a abrir la puerta a participar en procesos de consolidación, justo el día en que anunció resultados que volvieron a mostrar un descenso en los ingresos por servicios. Sin embargo, fuentes del sector aseguran que este mensaje responde más a la presión que están ejerciendo los accionistas de la operadora británica para que la dirección dé un giro notable en los planes sobre posibles compras, ventas o fusiones tanto en España como en otros países europeos.
La estrategia del grupo se ha visto bajo un escrutinio cada vez mayor desde enero, cuando se supo que la firma de inversión sueca Cevian Capital -el mayor inversor activista de Europa, que, a su vez, está respaldado por el magnate estadounidense Carl Icahn- había comprado una participación en la compañía y quería remodelar las operaciones de Vodafone, incluida la desinversión de negocios con flojo rendimiento, la consolidación en mercados clave y la acumulación de una mayor experiencia en el sector de telecomunicaciones dentro del consejo.
En los últimos cinco años, Vodafone ha perdido más de un tercio de su valor, en un entorno cada vez más competitivo que en España le ha llevado a quedar relegado al tercer puesto del mercado desde el segundo que venía ostentando. La situación ha empeorado más si cabe ante el anuncio de las negociaciones de fusión entre Orange y MásMóvil, que, de fructificar, crearán la mayor operadora por número de clientes en el país, lo que pondrá todavía más cuesta arriba las cosas para la empresa británica.
Durante meses, Vodafone ha venido comunicando a los inversores que tratará de cerrar operaciones con compañías rivales en mercados donde la competencia es relevante, como España, Italia o Reino Unido, pero hasta ahora no ha sido capaz de materializar ningún acuerdo.
«Está claro que tienen que hacer cosas porque se han quedado compuestos y sin novia», señalan las mismas fuentes, que apuntan que España es fundamental para ellos porque es un mercado que tiende a la consolidación, «y ahora va a haber un competidor mucho más grande, con infraestructuras muy potentes».
Sin embargo, por el momento, aunque tengan una estrategia clara de participar en fusiones, la ejecución está siendo «nefasta», aseguran. «Siempre están abiertos a cualquier operación: a vender, a integrarse, a una joint venture, a ser mayoritarios, a ser minoritarios… Al final da la sensación de que no se desenvuelven bien en procesos de consolidación», apostillan.
Para Juan Peña, analista de GVC Gaesco Valores, el mensaje que viene repitiendo la cúpula de la operadora de que está abierta a todo en materia de fusiones y adquisiciones da una sensación de «falta de concreción» y de «impotencia» porque no se están sellando acuerdos en ningún país. En España, fracasaron las negociaciones con MásMóvil, mientras que en Italia rechazó una oferta de la francesa Iliad por su negocio en aquel país. En suma, este tipo de declaraciones sobre la consolidación buscan «aplacar al consejo», apunta este experto, pero al no ser capaces de ejecutar con éxito esos planes, el crédito del mercado se resiente.
«Lo que es una realidad es que Vodafone lleva más de dos años cayendo en ingresos de servicio todos los trimestres pese a todas las reestructuraciones que ha hecho en los últimos años, las renovaciones de carteras, los cambios de tarifas, las ofertas, el auge de Lowi… Siguen perdiendo clientes de banda ancha y de móvil», resume Peña.
Las opciones en España de la red fija y Digi
Sin entrar en demasiados detalles, Vodafone esta vez puso sobre la mesa la posibilidad de analizar «alternativas que creen o desbloqueen valor» que tendrían que ver con su red fija en España. No obstante, fuentes del sector apuntan que vender parte de estas infraestructuras o la totalidad «no va a cambiar mucho el mercado porque es una red bastante obsoleta», puesto que gran parte de ella es cable y «hoy en día no lo quiere nadie», así que vaticinan que no habrá una alta competencia por comprarla y el precio no será elevado.
Otra opción que baraja el mercado un posible intento por adquirir el operador de bajo coste Digi, el quinto operador en España en la actualidad gracias a que está arrasando con sus tarifas. En el primer trimestre del año, la compañía rumana disparó un 42% su facturación en España, hasta un total de 110,7 millones de euros. Pero mientras Digi no empiece a decrecer o expandirse mucho más lentamente no se espera que se cierre una venta, indican las mismas fuentes. «Son conscientes de que cada vez hay una mayor necesidad entre los operadores del mercado de comprarlo, entonces creen que dentro de un año pueden valer más. Están en una posición de privilegio», explican.
Al final, la impresión que da Vodafone es de «querer hacer algo pero de no saber por dónde tirar», afirma Peña. Esas dudas pueden tener como resultado la venta de activos a un precio muy barato, equivocarse a la hora de escoger el compañero de viaje en una hipotética fusión o pagar demasiado dinero por activos que no valen tanto, advierten las fuentes anteriores. «Este tipo de situaciones te puede llevar a cometer errores», recalcan.