Grifols vuelve a hundirse en Bolsa tras el informe de la CNMV: «No despeja las dudas sobre la empresa»
Grifols ha abierto este viernes en Bolsa con una subida superior al 6% tras el informe de la CNMV sobre sus cuentas publicado el jueves por la noche. Sin embargo, ha llegado a hundirse el 8%, aunque al cierre ha recuperado algo de terreno: ha bajado el 6,03% hasta 7,91 euros.
Estos bandazos obedecen a que, inicialmente, el mercado se ha sentido aliviado porque el informe es menos duro de lo que se esperaba; pero, en una lectura más reposada, los analistas subrayan que no despeja las dudas sobre la situación de Grifols.
«El informe ha ayudado a desvelar (por los requerimientos de la CNMV a Grifols) detalles hasta ahora desconocidos sobre las transacciones con partes vinculadas, especialmente las relacionadas con los acuerdos de cash-pooling (compartir la liquidez) con Haema y Scranton, o las que tienen que ver con Centurion. Dicho eso, el informe no indaga en qué llevó a los gestores a proceder de esa forma ni ejecuta o encarga un informe forense propiamente dicho», señala Juan Ros-Padilla, analista de Oddo.
Sin ese trabajo más exhaustivo, persisten las dudas del mercado sobre la contabilidad de la empresa, puesto que no aclara por qué Grifols ocultaba esa información hasta ahora. Por eso, este banco de inversión mantiene su visión «cautelosa» del valor y cree que existen riesgos a la baja tanto en sus actuales estimaciones de resultados de la empresa como en la valoración de la misma, que sitúa en 7,60 euros.
En este movimiento de ida y vuelta también influye el hecho de que el valor había recuperado con fuerza en las últimas sesiones: un 16,9% entre el 15 y el 21 de marzo. Ante la persistencia de las dudas, los inversores han preferido recoger esos beneficios y vender las acciones.
En el lado positivo se sitúa JP Morgan, que cree que «la investigación de la CNMV ha condicionado a la acción de Grifols en Bolsa pero consideramos que sus conclusiones reafirman a la empresa, ya que no le requiere una reformulación de las cuentas y que no hubo sorpresas negativas».
«Re-expresión» de las cuentas
En efecto, el supervisor no exige una reformulación de las cuentas, pero sí cree que se deben «reexpresar» las de 2022 y 2023 a efectos comparativos con las de 2024 -las del año pasado deberían reducir el beneficio en 15 millones- y deja la puerta abierta a exigirle finalmente dicha reformulación en el futuro tras encontrar «deficiencias significativas» en su contabilidad.
Dicha corrección de las cuentas se refiere al tratamiento contable dado al acuerdo de colaboración con ImmunoTek GH por el que se creaba la sociedad Biotek America. El informe reconoce que Grifols la ha considerado «como una operación conjunta desde el 1 de enero de 2023, y se han integrado los activos y pasivos de dicha operación, si bien, no habrían incorporado los resultados del ejercicio 2023, cuyo importe está pendiente de concretar, pero podría situarse en el entorno de los 15 millones € de pérdidas».
De momento, la CNMV sólo le sugiere «una re-expresión de las cifras comparativas en su próxima información financiera, ya sea la del primer semestre de 2024, o una anterior, en el supuesto de que la entidad publique resultados del 1º trimestre».
Ahora bien, advierte de que «está pendiente de obtener detalles adicionales de la contabilización realizada de esta operación en las cuentas anuales consolidadas de 2023. En caso de concluir la CNMV sobre la necesidad de esta re-expresión, se remitiría el oportuno requerimiento».
Por ello, considera que «las cifras de resultados de la operación conjunta de los ejercicios 2022 y 2023 no registrados en la cuenta de pérdidas y ganancias consolidada de Grifols podrían llegar a considerarse materiales (a fecha actual, los ajustes negativos serían de 33,3 millones de euros en el ejercicio 2022 y de 15 millones en 2023) «.
Asimismo, el supervisor del mercado requiere a Grifols que «publique en un plazo de quince días un detalle del EBITDA y de las deudas financieras netas, a 31 de diciembre de 2023 y 2022, de aquellas entidades más relevantes donde existan participaciones no controladas, al objeto de que un inversor pueda calcular la ratio de apalancamiento considerando, o excluyendo, el EBITDA y la deuda que corresponde a la participación en sus dependientes».
Éste era el punto mollar del primer informe de Gotham City Research, que cuestionaba el cálculo de este endeudamiento al considerar que Grifols no informa correctamente del Ebitda y de la deuda de algunas filiales que vendió a Scranton (el holding de la familia fundadora), pero que sigue controlando. En especial, de BPC Pharma y Haema. Este fue el famoso informe que consideraba que Grifols valía cero.