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Giro inesperado en la nueva jornada laboral: todo cambia a partir de este día

Reducción de la jornada laboral
Grupo de trabajadores.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El Gobierno ha confirmado la reducción de la jornada laboral semanal a 37,5 horas, que entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2025. Inicialmente, se planteaba una reducción gradual, comenzando en 2024, pero debido a la falta de consenso entre los sindicatos y la patronal, se optó por una implementación directa en 2025. La medida ha sido bien recibida por los sindicatos, que la consideran un avance necesario para modernizar las condiciones de trabajo.

Sin embargo, la patronal, especialmente la CEOE, ha expresado su preocupación sobre el impacto que podría tener en la competitividad de las empresas, especialmente las pymes. Si no se llega a un acuerdo con la patronal, el Gobierno tiene previsto aprobar la ley de forma unilateral. Este lunes, 11 de noviembre, los sindicatos y el Ministerio de Trabajo se reunirán para ultimar los detalles del acuerdo.

Reducción de la jornada laboral

El Gobierno ha confirmado que la jornada laboral se reducirá a 37,5 horas semanales a partir de enero de 2025, como parte de un acuerdo entre el PSOE y Sumar. Aunque originalmente se había previsto una disminución gradual en dos fases (38,5 horas en 2024 y 37,5 en 2025), la falta de consenso ha llevado a decidir una implementación directa de la medida.

Esta medida no afectará el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) anual, que se mantendrá en 15.876 euros al año, lo que asegura que los trabajadores no verán una merma en sus ingresos. Sin embargo, el salario por hora aumentará. Con una jornada de 38,5 horas, el SMI por hora sería de 9,5 euros, y con las 37,5 horas, subiría a 9,75 euros. A pesar de este ajuste, la reducción de la jornada no afectará el SMI anual, que seguirá siendo el mismo.

Por otro lado, el Gobierno ha asegurado que seguirá trabajando en aumentar el SMI con el objetivo de acercarlo al 60% del salario medio en España, con una subida estimada del 4,6% para 2025. Este aumento tiene como fin mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores y contrarrestar los efectos de la inflación.

Sin embargo, la patronal ha expresado su preocupación por el impacto que la reducción de jornada y el aumento del SMI pueden tener en la competitividad de pequeñas y medianas empresas. En respuesta, el Gobierno ha propuesto bonificaciones para las pymes con menos de 10 empleados para facilitar su adaptación.

Por su parte, el FMI ha advertido que estas medidas, aunque positivas para los trabajadores, podrían tener efectos negativos en la productividad y el empleo si no se gestionan adecuadamente, destacando la importancia de equilibrar estos cambios con un aumento proporcional en la productividad.

Trabajadores a tiempo parcial

El Ministerio de Trabajo establece que los trabajadores a tiempo parcial mantendrán su carga horaria actual, con un aumento proporcional en su salario tras la reducción de jornada a 37,5 horas semanales. Las empresas no podrán reducir sus horas aplicando el porcentaje de parcialidad previo a la reforma. Si un trabajador quiere volver a su porcentaje de parcialidad anterior, podrá solicitarlo, pero la empresa deberá evaluarlo y, en caso de rechazo, notificárselo por escrito con una justificación.

Contratos indefinidos

A partir del 1 de enero de 2025, las personas contratadas con un contrato de 37,5 horas semanales pasarán automáticamente a tener un contrato indefinido a tiempo completo. Esta medida entrará en vigor junto con la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas, según lo establecido en el borrador del Gobierno. Así, los empleados que trabajen actualmente esa cantidad de horas verán su contrato convertido en tiempo completo sin necesidad de realizar ningún trámite adicional.

Registro horario de los empleados

Por otro lado, el Ministerio de Trabajo ha introducido cambios significativos en la manera de registrar la jornada laboral, estableciendo la obligación de utilizar sistemas digitales.

Esta reforma, que busca modernizar y hacer más transparente el control horario, permitirá a la Inspección de Trabajo acceder de manera remota y en tiempo real a los registros laborales de los empleados, facilitando el seguimiento de las horas trabajadas y la detección de posibles abusos como las horas extras no remuneradas.

Desde 2019, las empresas ya debían registrar las horas de trabajo, pero este sistema se realizaba a menudo de manera poco fiable con el uso de papel. Con la implementación de esta normativa digital, las empresas deberán adoptar herramientas electrónicas para cumplir con los requisitos de la Inspección de Trabajo, lo que les dará un plazo de seis meses para adaptarse.

Además, se ha anunciado un endurecimiento de las sanciones para las empresas que no cumplan con las nuevas disposiciones, aplicando multas no solo por empresa, sino también por cada trabajador afectado. Esta medida tiene como objetivo garantizar que los derechos de los trabajadores sean respetados y que las empresas cumplan con la legislación laboral de manera más eficiente y transparente.

En resumen, la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas ha generado preocupaciones en la patronal, que teme que esta medida, sin un aumento proporcional en la eficiencia, pueda elevar costes y afectar la competitividad en las pymes.

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