Varapalo a Mónica García: la justicia suspende la ‘ley Sara’ que limita el ejercicio de cirugía estética
Se cree que Sanidad podría no tener la competencia suficiente para regular la medicina estética
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La Audiencia Nacional (AN) ha acordado la suspensión cautelar de la orden del Ministerio de Sanidad que limitaba las operaciones de cirugía estética a aquellos profesionales con formación especializada. En un auto, la Sala de lo Contencioso-Administrativo estima la petición de la Asociación Española de Cirugía Estética y un particular, que habían pedido que se suspendiese la orden de forma cautelar. Un nuevo varapalo a Mónica García, que no ha cumplido con varias razones presentadas por los demandantes, que incluyen asociaciones de profesionales y sindicatos que consideran que «el orden no es proporcional ni justificada».
En concreto, la misma precisa que la «unidad asistencial en la que un médico con la especialidad en cirugía plástica, estética y reparadora u otra especialidad quirúrgica o médico-quirúrgica en el ámbito y competencias indicadas en el programa oficial de su especialidad, es responsable de realizar tratamientos quirúrgicos, con finalidad de mejora estética corporal, facial o capilar».
Los magistrados explican que la orden de Sanidad aprobada el pasado mes de septiembre viene a modificar el anexo del Real Decreto 1277/2003, que establece las bases generales sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios.
En este sentido, indican que el fin de esta orden es impedir o dificultar el ejercicio profesional en la Unidad U-47 a titulados en medicina y cirugía que no sean especialistas, lo que no estaba contemplado en el Real Decreto, pues no contenía previsión alguna sobre competencias profesionales.
Esta medida judicial ha generado controversia tanto en el sector médico como en la sociedad en general, ya que la orden tenía como objetivo regular una práctica que ha sido objeto de críticas por la falta de cualificación de ciertos profesionales que ejercen en el ámbito de la estética sin la formación adecuada.
En este contexto, hay que señalar que la medicina estética en España es una especialidad en crecimiento, y su alta demanda ha atraído a profesionales de diversa formación, muchos de los cuales no son médicos especializados. Ante esta situación, se ha intentado implementar una regulación para garantizar que los tratamientos estéticos médicos sean realizados únicamente por especialistas acreditados.
La intención de esta orden era establecer criterios y requisitos claros para quienes quisieran trabajar en este campo, así como proteger a los pacientes de posibles riesgos derivados de prácticas sin la debida cualificación.
La conocida como ley Sara entró en vigor en septiembre de 2022, tras el caso de la joven de Alcantarilla que murió tras una lipoescultura en Cartagena.
Y es que, ciertamente, en los últimos años, hay un mayor número de médicos sin formación específica que realizan operaciones a pacientes para las que no tienen todo el conocimiento, atribuyéndose cursos y formación no reglados. Pero una vez más, la pésima gestión de la ministra, Mónica García, lleva a la suspensión de una nueva norma.
Motivos de la suspensión cautelar
La Audiencia Nacional ha decidido suspender temporalmente la orden del Ministerio de Sanidad a la espera de un juicio más detallado, y esta decisión cautelar responde a varias razones presentadas por los demandantes, que incluyen asociaciones de profesionales y sindicatos que consideran que el orden no es proporcional ni justificada. Así, los demandantes argumentan que el Ministerio de Sanidad podría no tener la competencia suficiente para regular de forma tan específica la medicina estética. Consideran que dicha regulación debería surgir de organismos especializados en materia de formación médica o de colegios profesionales, y no exclusivamente del Ministerio.