La futura Caixabank-Bankia afronta un coste de 250 millones por el cambio de perspectivas del Euríbor
Si los tipos de interés ya estaban en negativo por primera vez en la historia, la pandemia los ha hundido aún más, y con ello la rentabilidad de toda la cartera hipotecaria. El futuro grupo bancario parte con un castigo anual de 250 millones que hace seis meses no se preveía.
Caixabank-Bankia, el futuro ‘superbanco’ que liderará el mercado español con bastante diferencia sobre sus competidores en el estratégico mercado hipotecario, será el grupo bancario al que más le afectará el cambio en las previsiones del Euríbor, el tipo de interés interbancario al que se prestan dinero las principales entidades financieras de la Eurozona y al que están referenciadas prácticamente nueve de cada diez hipotecas en el país.
El derrumbe del tipo interbancario en los últimos meses como consecuencia de la pandemia del coronavirus y del ‘bazuca’ de dinero inyectado al mercado por el Banco Central Europeo para tratar de sostener la actividad económica ya supone que el nuevo grupo Caixabank-Bankia parta con una penalización de 250 millones de euros respecto a las previsiones que se tenían hace tan solo seis meses por la caída en el Euríbor que daña de esta manera la rentabilidad de cada uno de sus préstamos hipotecarios. Caixabank tiene casi 75.000 millones de euros en hipotecas concedidas mientras que Bankia anda por una cifra muy similar.
Según las estimaciones de Barclays, Caixabank afronta una penalización de 130 millones por la caída del Euríbor por debajo de lo esperado, mientras que Bankia se acerca a los 120 millones de coste adicional según la caída del Euríbor a 12 meses que se ha producido en los últimos dos trimestres. De esta manera, el futuro grupo conjunto ya nacerá con la citada merma en la rentabilidad que deberá ser compensada con mayores eficiencias en otros ámbitos del balance, singularmente el coste de personal o el coste tecnológico.
Estas estimaciones calculan que el Euríbor se encontrará en los próximos trimestres aproximadamente 20 puntos básicos por debajo de lo que estaba previsto a principios de año. Si las previsiones que manejaban las entidades a principios de este curso hablaban de que el tipo interbancario se encontraría por debajo de cero, pero próximo a esta cifra, en 2021, la trágica situación económica a la que se enfrenta el planeta tras la eclosión del coronavirus chino está situando el Euríbor en el -0,45% en lo que va de este mes de octubre. Podría ser su suelo, pero nadie se atreve a asegurar que así sea, y cada punto básico que ahonda el tipo en su sima, más daño se hace a las entidades bancarias especializadas en banca comercial minorista, como son prácticamente todas las españolas con alguna excepción como Bankinter.
BBVA, el siguiente
Por tanto, cuantos más créditos a interés variable tienen concedidos los bancos en España y en el resto de mercados sujetos al Euríbor (en el caso de Caixabank o de Banco Santander, también en Portugal), mayor es el coste que afrontan los grupos. Por ello BBVA será el siguiente competidor del mercado hipotecario en ser más castigado por el cambio en las previsiones a causa del coronavirus, con un coste extra estimado en 118 millones de euros.
Banco Santander, a quien la integración de Banco Popular hace dos años le permitió abrirse a mercados menos sujetos al Euríbor, como singularmente el de las pymes en el que el banco del Opus Dei era muy fuerte, se convertirá en el tercer grupo bancario más dañado por el derrumbe de los tipos con cerca de 95 millones de euros de coste adicional.
Lejos de estos tres grupos, aunque con unas cifras relevantes teniendo en cuenta los balances que tienen estas entidades, tenemos a Banco Sabadell, para el que los tipos negativos del mercado hipotecario suponen un castigo de 60 millones de euros adicionales en su cartera de créditos inmobiliarios con garantía hipotecaria. En una última posición dentro de los seis bancos que forman parte del Ibex 35 tenemos a Bankinter, que afrontará una merma en su rentabilidad de la cartera hipotecaria de 25 millones de euros respecto a lo que tenía previsto en febrero.
Moratorias
Pero Barclays estima que las entidades españolas no sólo van a sufrir más por el Euríbor, que ha protagonizado su principal cambio de expectativas. También lo harán por el aumento de la morosidad que se causará en buena parte de la cartera crediticia sujeta a moratorias. La entidad anglosajona estima que un 10% de los créditos que han pedido el aplazamiento de pagos entrará en fallidos. Con ello, el coste extra será de nuevo muy doloroso para las entidades, pero sobre todo para Santander.
El banco de Ana Botín se enfrenta a 50 millones de euros de pérdidas extra por la morosidad creciente en sus créditos sujetos a moratoria. Por detrás viene BBVA, que se prepara para casi 40 millones de euros. El futuro Caixabank-Bankia, sin embargo, apenas sufrirá en este aspecto y entre las dos entidades apenas afrontarán una penalización de 20 millones en impagos de préstamos que se acogieron a moratorias, respondiendo la mayor parte de esta cantidad a créditos concedidos por el banco catalán.