Telecomunicaciones

Fondos de infraestructuras y Digi, candidatos para comprar la red fija de Vodafone

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Sede de Vodafone España.

El consejero delegado de VodafoneNick Read, dejó la puerta abierta a una posible venta de la red fija de la operadora británica en España sobre la que estudiará «alternativas que desbloqueen valor» y los fondos de infraestructuras y operadores emergentes como Digi son los principales candidatos a hacerse con ellos, según fuentes consultadas por este diario.

Estos activos incluyen 10,5 millones de accesos fijos de alta velocidad (7,5 millones de cable HFC adquiridos a Ono en 2014 y otros 3 millones de fibra óptica hasta el hogar) y su precio oscilaría en una horquilla de entre 3.000 millones y 4.000 millones de euros, de acuerdo con las mismas fuentes.

Vodafone se enfrenta a un dilema. «Tienen que mantener una doble infraestructura, lo que es costoso», indican, mientras que «la red de cable no es el mejor activo posible en este momento» de cara a una posible venta, agregan. Ahora mismo sería necesario invertir mucho dinero en esa red para pasarla a fibra, subrayan, un paso que no parece muy lógico dada la posición de Vodafone en España, donde se ha quedado relegado al tercer lugar desde el segundo que ostentaba antes de que abandonara la retransmisión del fútbol en 2018 por su elevado coste. Esa situación apunta a un empeoramiento ante la perspectiva de que Orange y MásMóvil se fusionen y creen un operador líder en el país por número de clientes.

Además, la compañía parece que ha comunicado a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) su intención de no proseguir con la expansión de su huella de fibra.

Por ello, un escenario en el que Vodafone se plantee traspasar la red de manera total o parcial no es descabellado, por lo menos para que haya algún inversor que entre poniendo dinero y ayude a hacer esa evolución tecnológica hacia la fibra, añaden.

Los interesados en esa transacción podrían ser operadores con fondos detrás que están adquiriendo activos de ese tipo con las miras puestas en «una apuesta de consolidación de varios trozos de redes que están en venta, que, sumándolos, podrían crear una red bastante completa alternativa a la de Telefónica y Orange», afirman. Además, está la opción de que Digi -el quinto operador del mercado llamado a ocupar la plaza que deje vacante MásMóvil si finalmente se integra con Orange- compre los activos que Bruselas obligue a vender como condición para sacar adelante dicha fusión, los denominados remedies. Si a eso se le suma la red de Vodafone en otra hipotética adquisición, la compañía rumana pasaría a ser un operador consolidado, prevén estas fuentes, que dan por hecho que se están manteniendo ya negociaciones.

Otra alternativa podría ser apagar la red y firmar un contrato de largo plazo con un operador que ya tenga una red nacional de fibra y que les pague. «En el escenario de que Vodafone desconecte su red y traslade los clientes a una red ya existente, tanto Orange como Telefónica estarían encantados, los dos pujarían por esos clientes», sostienen.

Vodafone alguna medida debe tomar puesto que fue la compañía más vocal pidiendo una consolidación del sector de las telecomunicaciones español, que desde hace años vive una feroz batalla comercial que está erosionando los márgenes de las compañías, y por ahora no ha materializado ninguna operación. Sin ir más lejos, el grupo redujo un 2% los ingresos por servicios en su último ejercicio fiscal. En concreto, en el último trimestre cayeron un 4,5% hasta los 908 millones de euros, debido al impacto de la competencia de precios a la baja.

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