El FMI advierte a Sánchez de que tiene que tener en cuenta los costes en el impuesto a banca y energéticas
El FMI considera "importante" vigilar la incidencia de estos impuestos sobre la disponibilidad de crédito, los costes de crédito y la resiliencia de los bancos.
El FMI avisa de un crecimiento «relativamente débil» de la economía española en los próximos trimestres
Nuevo palo a Sánchez: el FMI recorta la previsión de crecimiento al 1,2% en 2023
El Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que la decisión del Gobierno de elevar los ingresos públicos a costa de impuestos a bancos, energéticas y hogares de altos ingresos es algo «apropiado» en el contexto actual, pero ha alertado de que los gravámenes a empresas no tienen en cuenta los costes.
«Como se prevé que los precios de la energía permanezcan en niveles elevados el próximo año, recaudar ingresos temporales adicionales para financiar el apoyo a los más vulnerables es una estrategia bienvenida, pero el seguimiento del impacto de las medidas es necesario», han determinado los técnicos del FMI en las conclusiones de su revisión anual de la economía española, conocida como Artículo IV.
En este sentido, el FMI ha indicado que es «apropiado» subir temporalmente los impuestos a empresas y hogares de altos ingresos que se han visto menos afectados por la crisis energética para financiar el apoyo a los vulnerables. El organismo multilateral ha alertado de que los nuevos impuestos a banca y energéticas se aplican sobre los ingresos y no sobre los beneficios, por lo que no tienen en cuenta los costes.
«Si bien se prevé que los ingresos netos por intereses de los bancos aumenten en el corto plazo de forma paralela a los tipos más altos, las condiciones financieras más restrictivas y las perspectivas macroeconómicas menos favorables podrían incidir de forma sustancial en los costes debido a un aumento de los activos deteriorados en escenarios de estrés», ha avisado el FMI.
Así, la entidad con sede en Washington considera «importante» vigilar la incidencia de estos impuestos sobre la disponibilidad de crédito, los costes de crédito y la resiliencia de los bancos, así como sobre los incentivos a la inversión de las empresas energéticas. Además, el FMI ha subrayado que estas medidas deben ser temporales.
Medidas de apoyo
Siguiendo en el contexto energético, la revisión del FMI también ha finalizado considerado como «oportuno» el despliegue de apoyo público para amortiguar el impacto de los precios de la energía. Pese a esta valoración positiva, ha recomendado un «mayor grado de focalización» de las medidas.
Por ejemplo, el FMI considera que varias medidas, entre ellas la ampliación de los bonos sociales eléctrico y térmico, el aumento del ingreso mínimo vital y la ayuda sectorial directa para las empresas, «han sido dirigidas adecuadamente para beneficiar a los más vulnerables a un coste fiscal relativamente bajo». No obstante, la mayor parte del apoyo del Estado se ha destinado a medidas no focalizadas, como reducir el impuesto sobre la electricidad o bonificar los carburantes.
«Las políticas de apoyo han de adaptarse a fin de proporcionar incentivos adecuados para reducir la demanda e incrementar la oferta, conteniendo a la vez los costes fiscales», ha recetado el FMI ante el previsible nivel elevado de precios del gas. Entre las medidas recomendadas se encuentran transferencias directas en lugar de reducir precios, las tarifas por tramos según el consumo total o la expansión de los bonos sociales. Además, para ahondar en la progresividad de las medidas, el FMI ha indicado que el apoyo concedido a hogares con mayores ingresos se puede recuperar mediante nuevos impuestos.