CNMV: La falta de Gobierno y Cataluña ponen en peligro el ahorro y la inversión

La falta de Gobierno y la inestabilidad en Cataluña son algunas de las «fuentes de incertidumbre» que afectan a la economía española y que podrían tener un impacto significativo en las decisiones de ahorro e inversión a medio y largo plazo. Esa es la principal conclusión de la última nota de estabilidad financiera de octubre de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El informe también advierte de que el indicador de estrés de los mercados financieros españoles ha consolidado la tendencia al alza que inició el pasado mes de junio, aunque todavía se mantiene en un nivel medio-bajo. En concreto, pasó de un 0,12 en mayo a un 0,28 al cierre de septiembre, un valor que se ha mantenido en octubre.

El resultado se explica por el mantenimiento de un nivel elevado de estrés en segmentos como el de bancos y deuda, así como por los rebrotes puntuales del estrés en otros segmentos que han hecho aumentar el grado de correlación entre los diferentes componentes del sistema.

La CNMV destaca en su nota que la economía española sigue creciendo por encima de la zona euro, pese a la ralentización, pero advierte de que se enfrenta a numerosas fuentes de incertidumbre, de origen externo e interno, que pueden acabar teniendo un impacto significativo en las decisiones de ahorro e inversión de los agentes a medio y largo plazo.

Así, siguen presentes «algunos retos importantes que pueden lastrar el crecimiento de la actividad tanto a corto como a medio plazo», como son la conformación o no de un Gobierno estable y la inestabilidad en Cataluña, identificadas como «las fuentes de incertidumbre más importantes» en el corto plazo.

Preacuerdo de Gobierno 

La CNMV también hace mención al preacuerdo alcanzado entre el PSOE y Unidas Podemos para sacar adelante la investidura con un gobierno de coalición, aunque considera «prematuro» valorar los efectos que puede tener esta posibilidad para la evolución de la economía.

En cualquier caso, considera que ambos factores de incertidumbre retrasan la adopción de potenciales reformas estructurales y pueden retraer las decisiones de inversión, lo que, a medio y largo plazo, «podría suponer un perjuicio para la actividad económica».

Además, el supervisor de los mercados cita otros riesgos como la imposición de aranceles por parte de EE.UU. a determinados productos españoles, la repercusión del deterioro del comercio mundial, la elevada tasa de desempleo, los retos que plantea el envejecimiento de la población o la vulnerabilidad financiera de algunos sectores.

Según el informe de la CNMV, los riesgos de mercado y de liquidez se han acentuado como consecuencia de la extensión del entorno de tipos de interés reducidos en el tiempo, lo que sigue incentivando las estrategias de búsqueda de rentabilidad y de endeudamiento, aunque también tienen efectos positivos sobre el coste de financiación de los agentes más endeudados y, por tanto, sobre los índices de morosidad.

Otra fuente de incertidumbre recogida en el informe es la posibilidad de que se produzcan ciberataques a participantes o infraestructuras de los mercados financieros, que «podrían tener importancia desde el punto de vista de la estabilidad financiera» en casos muy específicos.

El efecto en el Ibex 35 

La nota de estabilidad financiera pone de manifiesto que el Ibex 35 se ha revalorizado un 8,4% en el año, muy por debajo de otros índices de referencia europeos, que se sitúan en torno al 20%, y explica esta evolución por su diferente composición y por la presencia de incertidumbres domésticas, como el citado retraso en la formación de Gobierno.

Asimismo, la CNMV ha señalado que prosigue el descenso de la contratación en el mercado, en un marco de baja volatilidad y de leve deterioro de la liquidez.

En los mercados de renta fija, las rentabilidades y las primas de riesgo continúan en niveles muy bajos, en muchos casos en mínimos históricos. En el segmento de deuda soberana, los tipos están en terreno negativo hasta el plazo de 6 años y en el plazo a 10 años la rentabilidad del bono finalizó octubre cerca del 0,2%.

También destacó el incremento de las emisiones de renta fija, tanto aquellas registradas en la CNMV (22%) como en el exterior (11,5%), una tendencia que se explica por «el deseo de las entidades de aprovechar las buenas condiciones de financiación en los mercados», apunta el informe.