El exitoso plan de unos vecinos de Vigo para desalojar a los okupas de su edificio casi un año después

Los okupas siguen provocando grandísimos problemas a los propietarios y la justicia es demasiado lenta como para solucionarlo. Por suerte, de vez en cuando, todavía se dan casos que nos hacen reconciliarnos con la humanidad.
Durante ocho meses, los vecinos de un edificio de la avenida Ramón Nieto, en Vigo, vivieron una pesadilla: su edificio se había llenado de okupas, con peleas, suciedad y un ambiente insoportable.
Por desgracia, la justicia no era capaz de darles una solución a corto plazo, ya que primaban los derechos de los okupantes. Aun así, ellos lograron resolverlo sin necesidad de una orden judicial.
¿Cómo lo consiguieron? Según ha informado Antena 3 Noticias, la clave fue la unión vecinal, la empatía y la ayuda del propietario del inmueble, que no pasa por su mejor momento.
Los okupas se hacen con el control de un edificio en Vigo
El problema con la vivienda okupada comenzó en julio, cuando una mujer se instaló y poco a poco comenzó a llevar a otros familiares al piso, lo que generó muchos problemas.
El propietario de la casa, drogodependiente, no pudo controlarlos y pronto empezaron los conflictos. Por ejemplo, se hizo habitual que los okupas trapichearan en el edificio o llenasen el portal de basura.
«Daba igual que la limpiara, al día siguiente volvía a estar llena de ropa, restos de comida… Había hasta ratones y un día llegaron a tirar dos teléfonos móviles», denunció Gloria, una vecina del primer piso, en declaraciones recogidas por Antena 3 Noticias.
La importancia del propietario del piso en el desalojo de Vigo
Un factor que dificultaba que la justicia actuase es que el propietario del piso, que sufría problemas de drogodependencia, dio permiso a los okupas para que entrasen en su vivienda.
«Vivía aquí con su madre hasta que a ella, enferma de Alzheimer, la ingresaron en una residencia. Entonces empezaron los problemas, porque él dejó entrar a su casa a una mujer que poco a poco fue trayendo a más miembros de su familia», relató Mónica, una de las vecinas.
En total, seis adultos y tres menores acabaron okupando el piso, lo que generó aún más conflictos.
El plan de los vecinos para echar a los okupas sin esperar a la justicia
Los meses pasaban, los problemas seguían y la solución judicial no llegaba. En ese momento, fueron los propios vecinos los que decidieron actuar de manera conjunta para solucionar el problema. ¿Cómo lo hicieron?
Todos juntos tomaron la iniciativa y contactaron con el propietario del piso para buscar una solución. Con su consentimiento, decidieron cambiar las cerraduras del portal y de la vivienda okupada, asumiendo los gastos.
Como explica Mónica, el desalojo se produjo sin incidentes y el clan abandonó el edificio: «Los vecinos ayudamos a bajar las pertenencias de los okupas, que habían llenado la casa de cosas».
Además, la policía estuvo presente durante todo el proceso para garantizar la seguridad y evitar enfrentamientos.
Otra buena noticia es que los vecinos se han volcado con el propietario afectado: «Le traemos comida, le preguntamos a diario cómo está, lo llevamos al médico cuando lo necesita e incluso estamos intentando convencerlo para que ingrese en un centro de desintoxicación».