Europa necesita la energía de 26 centrales nucleares para cubrir la demanda de los coches eléctricos

Coches eléctricos
Coches eléctricos (Foto: GETTY).

La apuesta de compañías automovilísticas por el coche eléctrico cada vez es más decidida. Esta semana, Jaguar Land Rover presentó su primer vehículo eléctrico. Toyota ultima también el lanzamiento del suyo y Mazda hará lo propio en 2019. De crecer el parqué como se espera, en 2050 cuatro de cada cinco coches serán eléctricos y Europa no tiene suficiente potencia energética para cubrir la demanda, por lo que tendrá que asumir una generación adicional equivalente a 26 grandes centrales nucleares.

El presidente de Volkswagen-Audi España, Francisco Pérez Botello, auguró recientemente «un futuro complicado» a la compañía estadounidense Tesla por la competencia que le harán los fabricantes tradicionales de vehículos, que en pocos años tendrán una oferta competitiva en coches eléctricos. Así, ese incremento en el parqué que auguran los fabricantes y que también prevé la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) obligará a Europa a aumentar su producción energética en las próximas décadas.

El problema de que en el futuro la gran mayoría de los vehículos sean eléctricos es que en Europa no hay actualmente capacidad suficiente para cubrir tal consumo. Y es que según AEMA el consumo de electricidad extra por la utilización de coches eléctricos pasará del 0,03% registrado en 2014 al 9,5% en 2050. Es decir, Europa necesitará 150 gigawatios (GW) de potencia adicional para poder cargar los vehículos del futuro.

Si se toma como referencia la central nuclear más grande de Europa, la de Zaporiyia en Rumanía, el Viejo Continente debería asumir las infraestructuras equivalentes a 26 centrales como esa o a 140 como la de Trillo para poder llegar a los 150 GW adicionales necesarios.

Según la Asociación Española de la Industria Eléctrica (UNESA), Europa necesitará 30 GW de energías renovables y 8 GB adicionales de respaldo de nueva capacidad térmica para cubrir la demanda de cara a 2030. En ese sentido, España lleva ventaja a sus socios europeos ‘gracias’ al despilfarro de las políticas de gasto público. Y es que fruto de la burbuja y de las desproporcionadas subvenciones que recibieron las renovables en legislaturas pasadas, nuestro país cuenta hoy con una sobrecapacidad energética del 40%; es decir, España produce mucha más energía de la que puede consumir.

La potencia adicional necesaria de cara a 2050 es el también el equivalente a toda la capacidad eólica instalada actualmente en Europa, que se sitúa en unos 147,7 GW, de los cuales 141,6 GW están en la UE. No obstante, los expertos descartan que pueda llevarse a cabo ese incremento exclusivamente con energías alternativas De hecho, la hoja de ruta de la propia Comisión Europea, en el mejor de los casos, contempla una reducción progresiva de las fuentes de energía convencionales en la que las renovables supongan el 30% del consumo final para 2030 y del 50% para 2050.

En España, según datos de Red Eléctrica Española, el peso de las renovables en el total de la producción energética ha caído desde el 42,8% de 2014 hasta el 36,9% registrado en 2015. El mayor porcentaje de generación proviene de la energía nuclear, que supone casi un 22% del total.

No obstante, y aunque se consiga alcanzar la capacidad necesaria, de cara al futuro AEMA advierte de que «se necesita mejorar las infraestructuras de modo que los puntos de carga públicos sean tan comunes como las estaciones de combustibles convencionales».

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