España necesita reformas de calado, no parches inservibles

El Banco de España ya ha anunciado la dificultad de la crisis económica que viene. La economía española sigue ensanchando un déficit crónico que nos lleva a la austeridad. Si el desequilibrio en las cuentas es de 110.000 millones como dice la Airef, los recortes, incluso con incrementos en la presión fiscal, son el próximo paso si se desea sostener sus finanzas públicas.

Existen una serie de dogmas que se han puesto sobre la mesa para acabar con este déficit crónico, pero que, como veremos y como también destaca el economista Juan Ramón Rallo, no son más que un brindis al sol.

Afirmaciones como “la deuda de hoy son los impuestos del mañana” se cumplen en el caso de España. En los últimos 20 años, hemos pasado de tener una deuda casi inexistente a presentar una deuda que se acerca al 100% en relación al PIB. Ahora, el Banco de España prevé un 122%. Un proceso acumulativo sumado a un entorno de bajos crecimientos.

Promesas de Podemos

Una de las promesas que en campaña hacía el partido Unidas Podemos para conseguir incrementar la recaudación, se basó en la habilitación de nuevos tramos en el impuesto sobre la renta (IRPF) para las rentas más elevadas. Con estas medidas estaríamos hablando de una recaudación extra de 328 millones de euros, equivalente al 0,3% del déficit público anual que tendrá España a partir de 2021.

Algo que también ocurre con la ‘tasa covid’, otro impuesto que ha propuesto y que supuestamente recaudaría 11.000 millones. Aunque sería un 10% del déficit anual que tendría España, teniendo en cuenta que está muy sobreestimado, difícilmente se cumplirá.

Por último, podemos destacar otra serie de propuestas como el suprimir una serie de sociedades que, como las sicavs, tienen una serie de ventajas que pervierten la recaudación. En este sentido, hablamos de que suprimiendo las sicavs, la recaudación estimada podría oscilar entre los 300 y los 350 millones de euros. Así, volvemos a hablar de otra propuesta que, puesta en contraste con el déficit que posee España, supondría una recaudación agregada del 0,3%.

Otros impuestos como la tasa Tobin alcanzarían como mucho 850 millones, el 0,77% del agujero deficitario que posee España.

Eliminar el Estado

Pero, en última instancia, incluso eliminando la totalidad del Estado, así como toda la burocracia asociada y empleados públicos en el país, incluyendo el gasto en políticos, hablamos de un agregado en la recaudación por valor de 30.000 millones de euros. Ni eliminando todo el estado, con todos los costes que este tiene asociados, podríamos acabar con la totalidad del déficit, pues estaríamos hablando de alrededor de un 30% del déficit existente.

En este sentido, tras evaluar cada propuesta de forma unitaria, si computamos todo lo que hemos expuesto anteriormente, podemos estimar que, ejecutando toda esa serie de impuestos, así como los recortes, el agregado recaudatorio podría estar en cifras cercanas al 42% del total del déficit público anual que posee el país. Es decir, ni con utópicos recortes, incapaces de ejecutarlos en la práctica, la economía española recuperaría la disciplina presupuestaria precisa como para ir recortando el nivel de deuda, así como cumpliendo con la disciplina presupuestaria que, desde Bruselas y como especifican los Pactos de Estabilidad y Crecimiento (PEC), España debe cumplir por ser miembro del bloque comunitario.