Límite, diciembre 2019

Escolano insiste en que el Gobierno «no se siente presionado» para vender Bankia

Román Escolano
Román Escolano, ministro de Economía. (EFE)

El ministro de Economía, Román Escolano, ha insistido este viernes en que el Gobierno «no se siente presionado» para vender la participación que el Frob mantiene en Bankia, el 60,6%. El pacto con Bruselas marca diciembre de 2019 como fecha tope para que la entidad sea totalmente privada.

«El Gobierno no se siente presionado para vender. El objetivo claro es tener la maximización de estas ayudas y en función de eso tomaremos nuestras decisiones», ha señalado Escolano durante una entrevista en RNE.

De acuerdo con el titular de la cartera económica, el «objetivo claro» del Ejecutivo es privatizar «enteramente» la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri y maximizar la recuperación de las ayudas que recibió, para lo cual el Gobierno tiene de plazo, en principio, hasta diciembre de 2019.

«El proceso de privatización sigue adelante. Bankia tiene que volver al sector privado», ha explicado Escolano, para quien el papel de la banca pública en España debe ser solo el del Instituto de Crédito Oficial (ICO). «Esa es la función de la banca pública en España y no debe ser otra», ha añadido.

El sucesor de Luis de Guindos ha ensalzado la gestión del actual equipo de Bankia, con Goirigolzarri al frente, y ha puesto en valor que es «universalmente apreciado».

Tasa digital

Por otra parte, Escolano ha indicado que los «gigantes tecnológicos» deben contribuir más a las arcas públicas y así lo defienden los cinco grandes países de la UE que, junto con España, tienen una actitud «favorable» a introducir en sus países un impuesto tecnológico para estas compañías.

Escolano, en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, afirmó que los países europeos tienen un «problema de justicia distributiva» ante un cambio de la economía y las cadenas de valor tradicionales sobre las que se aplican los impuestos «ya no valen».

La idea, subrayó el ministro, es que estas empresas, «que ya no son pequeñas», tienen que adaptarse a esta nueva tributación y contribuir a las arcas públicas como cualquier otra empresa. «El nuevo comercio electrónico tiene que contribuir como el tradicional y el consenso cada vez mayor es que (este comercio) tiene que adaptarse a las nuevas formas de tributación», reiteró.

En este sentido, explicó que la Comisión Europea ha propuesto dos directivas al respecto, una a corto plazo y otra a más largo plazo. En la primera insta a los países de la UE a aprobar ya esta nueva fiscalidad digital y es lo que pretende hacer España, a pesar de que lo idóneo sería un «diseño común» en toda Europa, si bien la aprobación de nuevos impuestos requiere unanimidad en la UE.

España, adelante

Por ello, afirmó que si dicha unanimidad «no es posible», España está dispuesta a avanzar por su cuenta, como así ha hecho Francia, Reino Unido, Italia y Alemania. Así, afirmó que aunque no se implante en la UE en su conjunto, estos países suponen el 90% de los socios comerciales de España.

Sobre la posibilidad de que una fiscalidad de estas características pueda restar competitividad a estas empresas, Escolano apuntó que son «auténticos gigantes tecnológicos» que tienen una contribución a las arcas públicas «desproporcionadamente baja», por lo que no se trata de frenar su desarrollo tecnológico, sino de «equidad distributiva» y de que contribuyan por igual a las arcas públicas.

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