La economía española crece un 3,1% anual tras desacelerarse una décima en el tercer trimestre
La economía española mantiene su fortaleza con un crecimiento del 0,8% en el tercer trimestre y una tasa interanual del 3,1%. Esto supone que el ritmo de avance del Producto Interior Bruto (PIB) se ha desacelerado levemente (una décima respecto al trimestre precedente), confirmando la tendencia puntada por el Banco de España y el Ministerio de Economía.
Así lo indica el avance de Contabilidad Nacional publicado este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE, que muestra cómo la economía española acumula diez trimestres consecutivos creciendo por encima del 3% en tasa interanual, lo que convierte a España en la principal locomotora de la eurozona.
El INE no arroja más luz sobre la composición de este crecimiento, ya que se trata de cifras provisionales que serán confirmadas (y desglosadas en detalle) el 30 de noviembre. No obstante, en si último boletín económico el Banco de España ya justificó esta leve desaceleración en el menor ritmo de creación de empleo y por la pérdida de vigor del comercio exterior tras su evolución récord de la pasada primavera.
Si se mantiene esta tendencia en el cuarto trimestre del año, y la crisis institucional generada en Cataluña no tiene un gran impacto, no habrá problema para que se cumplan las previsiones del Gobierno, que apuntan a una subida del PIB del 3,1% al cierre de 2017. Es la misma tasa que espera el Banco de España.
Como en anteriores ocasiones, la fortaleza del crecimiento se basa en el dinamismo de la demanda nacional, que se apuntala a su vez en la creación de empleo y en la mejora de las condiciones de financiación. El Banco de España espera que esta rúbrica crezca un 2,5% este año. En cuanto al sector exterior, el organismo que dirige Luis María Linde espera que su peso en el PIB sea del 0,6% en 2017 gracias a un repunte del 6,4% de las exportaciones.
El Banco de España observa un «progresivo agotamiento» del efecto expansivo como consecuencia de la materialización de las decisiones de gasto en bienes de consumo duradero y la inversión pospuestas durante la crisis, junto con el «tono neutral de la política fiscal», frente a la orientación expansiva de años anteriores. Estos factores, junto a la reversión parcial de la caída del precio del petróleo son los que impulsarán a la baja el crecimiento del PIB en los próximos ejercicios.