GESTIÓN DE PATRIMONIOS

Dinamarca: un país con muchos motivos para invertir en él

Copenhague
Canal Nyhavn en Copenhague. (Foto: AFP)

Dinamarca es un país con unas características que lo hacen especialmente atractivo para poder generar cualquier tipo de actividad empresarial. De hecho, de acuerdo a una publicación del Banco Mundial, es el país europeo donde más fácil es generar negocio. Entres sus puntos fuertes se pueden destacar:

· Mano de obra muy cualificada. El país escandinavo dispone de uno de los mejores sistemas educativos de toda Europa. El gasto en educación respecto el PIB es de los más altos del continente, pero no solamente destaca por este hecho. Se promueve una enseñanza basada en la adquisición de habilidades que les permitan desarrollarse personalmente y profesionalmente, más que en el contenido académico. Así, desde pequeños, se les acostumbra a pensar, trabajar en grupo y colaborar. Consecuencia de todo ello, la educación es muy valorada.

· Infraestructuras muy modernas. Es la economía líder en sectores de alto valor añadido como las tecnologías limpias, las TIC o las ciencias biológicas. Especialmente en las energías renovables, el propio Parlamento ha impulsado un proyecto para conseguir que, como máximo el año 2050, el abastecimiento en el país sea mediante energía exclusivamente verde. Este mismo año, por ejemplo, han batido el récord en producción de energía eólica (consiguieron satisfacer el 42% de la demanda mediante esta energía). Son, además, los líderes mundiales en energía solar.

· Excelente dominio del inglés. Es el tercer mejor país del mundo en conocimiento de este idioma, clave para poder comunicarse con el resto del mundo, internacionalizarse y atraer inversión extranjera. Además, se calcula que la mitad de su población también es capaz de hablar con gran fluidez el alemán, básico para establecer lazos con la principal potencia europea.

· Fiscalidad atractiva para las empresas. El impuesto de sociedades que actualmente existe en Dinamarca se encuentra en el 22%, inferior por ejemplo, al que encontramos aquí. Eso sí, el impuesto sobre el consumo es alto, en parte necesario para poder mantener un estado del bienestar muy completo. Ahora bien, en contrapartida, el empresario no paga nada en concepto de cotizaciones sociales. Ello disminuye, por lo tanto, el coste total de la contratación de forma considerable.

· Mercado de trabajo flexible. Se trata de un país donde existe una situación que se puede considerar prácticamente de pleno empleo. Aunque no existe un salario mínimo, el salario medio es muy alto, de más de 54.000 euros. Se rigen mediante un sistema llamado “flexiseguridad”, que combina la flexibilidad en la contratación y el despido con la protección social. En ese sentido, las empresas no deben de pagar ningún coste al contratar o despedir (con preaviso de tres meses), de forma que se adaptan rápidamente a los cambios del mercado. A la vez, el Estado asegura un paro generoso por los que no encuentran trabajo. Este sistema se sustenta gracias a una alta rotación (hasta un tercio de la población puede cambiar de trabajo en un mismo año) y por la voluntad continua de formación de los daneses.

· Alto nivel de protección social. Gozan de uno de los Estados del Bienestar más potentes del mundo. Por ese motivo, seguramente, en encuestas sobre el nivel de felicidad, los daneses se encuentran siempre en las primeras posiciones.

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