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Conoce cómo invertir en fondos cotizados

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(Foto: Istock Images)

Invertir en bolsa siempre entraña un riesgo. Por lo tanto, se recomienda que, a ser posible, se diversifique al máximo toda inversión para minimizar riesgos y parar un posible impacto de una tendencia bajista en una acción.

En el actual mercado global, también, es posible invertir en acciones de cualquier empresa del mundo. Del mismo modo, si se considera que existe un determinado mercado bursátil que gozará de importantes incrementos en un futuro, se pueden adquirir acciones de varias empresas de aquel país.

Todas estas operaciones implican un seguimiento y una serie de procesos que se pueden simplificar mediante un instrumento: el ETF (Exchange Trade Fund). Como bien dice su nombre (traducido como “Fondos Cotizados”) se trata de un instrumento financiero a medio camino entre una acción y un fondo de inversión. Concretamente, representa un índice que se calcula a partir de los valores de distintas acciones que cotizan en el mercado. De esta forma, se puede invertir en cualquier país y de forma diversificada fácilmente.

¿Qué características presentan los fondos cotizados?

Los fondos cotizados presentan las siguientes características:

  • Disponibilidad: de la misma forma que una acción, se pueden vender y comprar en cualquier momento.
  • Conocimiento: es posible consultar el valor del índice cuando se precise igual que se haría con una acción.
  • Diversifica el riesgo: es la principal ventaja de este instrumento, ya que cotiza en distintas acciones y es posible solventar posibles caídas de unas con subidas de otras.
  • Permite invertir en cualquier mercado: existe la posibilidad de adquirir ETF’s de cualquier mercado del mundo. Es una forma menos arriesgada de conocer el funcionamiento de mercados extranjeros y de aprovechar las subidas que pueda tener.
  • Tributación: es la misma que las acciones, por lo que no existe una desventaja al respecto.
  • Costes menores: las comisiones para operar con ETF’s acostumbran a ser más reducidas que en el caso de los fondos de inversión. Por lo tanto, es posible invertir en una cesta de valores (con las ventajas que conlleva) sin tener que afrontar costes tan elevados. Tampoco tienen comisiones de suscripción y reembolso como las acciones.
  • Cobro de dividendos: al estar formado por distintas acciones, éstas reparten unos determinados dividendos según las empresas en las cuales ha invertido el ETF. Por lo tanto, es posible cobrar esta parte de los beneficios que se reparte entre los accionistas e invertirlo posteriormente en lo que se considere.

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