Los cierres perimetrales disparan las cancelaciones: la ocupación hotelera no alcanzará el 20%

El sector hotelero esperaba que las vacaciones de Semana Santa supusieran un golpe de aire fresco para las empresas, con una mayor demanda tras la apertura de fronteras entre países. Sin embargo, las restricciones en materia de movilidad adoptadas por el Gobierno de Pedro Sánchez han generado una oleada de cancelaciones que han provocado que la ocupación hotelera no alcance el 20% durante toda la semana.

En determinadas comunidades autónomas como son las Islas Canarias y las Islas Baleares, la ocupación hotelera superará la media española al tratarse de destinos que tradicionalmente han despertado un mayor interés entre los visitantes extranjeros por su clima y su localización. Sin embargo, otras comunidades que esperaban remontar los malos datos registrados durante los meses de enero y febrero, como son Andalucía o la Comunidad Valenciana, ni siquiera presentarán una quinta parte de sus establecimientos completos.

Y es que a pesar de que la demanda de visitantes extranjeros ha aumentado ligeramente en las últimas semanas, los cierres perimetrales entre comunidades autónomas han supuesto un duro golpe para el turismo doméstico y para la ocupación hotelera. En los últimos meses, ante la dureza de la tercera oleada de coronavirus y el cierre de fronteras, la escasa actividad que ha registrado el sector turístico español ha estado encabezada por los viajes de turistas nacionales.

Ramón Estalella, secretario general de Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), remarca que «las previsiones que manejamos para Semana Santa es que no vamos a llegar ni siquiera a un 20% de la facturación que alcanzamos el pasado año 2019. La situación es un auténtico desastre. Había una cierta expectativa y se había hecho bastantes reservas, no sólo en las zonas de sol y playa, sino también en otras muchas ciudades. Pero los cierres perimetrales, tanto autonómicos como provinciales, han hecho que se anulen prácticamente todas las reservas que había hechas».

Nuevas restricciones

Este mismo martes, la Dirección General de Aviación Civil de Marruecos, dependiente del Ministerio de Turismo, Artesanía, Transporte Aéreo y Economía Social, anunció la suspensión de los vuelos de pasajeros hacia y desde España y Francia, en el marco de las limitaciones adoptadas para frenar la pandemia de Covid-19. El organismo ha detallado que la decisión se toma con el objetivo de prevenir la propagación del coronavirus. Como resultado, agrega el texto, los vuelos especiales de pasajeros procedentes de estos dos destinos estarán sometidos a controles «reforzados», conforme al protocolo sanitario definido por las autoridades sanitarias competentes.

Por otro lado, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el pasado sábado una orden por la que establece la exigencia de una prueba diagnóstica de infección activa para SARS-CoV-2 con resultado negativo, realizada en las 72 horas previas a la llegada de España, para los pasajeros procedentes de Francia también por vía terrestre. Estos controles fronterizos comenzaron a realizarse este mismo martes, provocando retenciones de hasta seis kilómetros en la autopista AP-8 a la altura de Irún.

«Hay algunas personas que nos han dicho que los turistas extranjeros podrían suplir a los nacionales, pero hay que tener en cuenta que nuestros grandes mercados emisores están en gran parte confinados. Este es el caso de Francia, Reino Unido y Alemania. Esta Semana Santa la gran mayoría de los hoteles ni siquiera van a abrir. Lo que hay que hacer es vacunar, limitar los contactos, y comprobar por medio de test que no hay contagios. Limitar la movilidad es un inmenso error, porque lo que se está comprobando es que incluso en las zonas donde no hay movilidad sigue habiendo casos de incidencia de Covid-19», añade Estalella.