Casi 60.000 españoles dejan de beneficiarse del bono social eléctrico con Sánchez e Iglesias
En pleno debate sobre la subida del precio de la luz, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, anunció una reforma del bono social eléctrico con el objetivo de proteger a los colectivos más vulnerables y reforzar el ‘escudo social’. Sin embargo, los datos publicados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) muestran como 58.815 consumidores vulnerables han dejado de beneficiarse de las ventajas de este bono social desde que gobiernan Sánchez e Iglesias.
El pasado mes de enero, Rivera afirmaba que era necesario consolidar y ampliar el bono social eléctrico concentrándose en quienes más lo necesitan. Estas afirmaciones se contraponen a los datos de la CNMC: desde que empezó el Gobierno de coalición, 43.712 personas en situación de vulnerabilidad severa han dejado de beneficiarse de estos descuentos en su factura de la luz.
Así, el número de consumidores del bono social eléctrico el pasado mes de septiembre asciende a 1.168.542, frente a las 1.227.357 personas que disfrutaban de esta prestación en enero de 2020. Entre las personas que disfrutan de esta reducción de entre el 25% y el 40% del bono social se encuentran pensionistas, familias numerosas y personas que hayan visto reducidos sus ingresos como consecuencia de la crisis sanitaria.
Desde que empezó el Gobierno de coalición, 43.712 personas en situación de vulnerabilidad severa han dejado de beneficiarse del bono social.
El Art. 28 del Real Decreto-Ley 11/2020, aprobado por el Gobierno de Sánchez, permitía a las personas que acreditasen un descenso en sus ingresos por la crisis sanitaria del coronavirus disfrutar de las ventajas del bono social eléctrico. Sin embargo, también se redujo el número de consumidores de bajos ingresos que disfrutaban de esta prestación, hasta las 4.901 personas el pasado mes de septiembre.
Los datos son todavía peores para el tándem Sánchez-Iglesias si comparamos las personas que disfrutaban en 2019 del bono social con las que lo hacen en la actualidad: en septiembre de 2019, más de 1.230.000 veían de la reducción en su factura de la luz por el bono social, lo que supone 61.618 personas más que en septiembre de 2020.
Parece que los esfuerzos del Gobierno por reforzar el ‘escudo social’ durante su legislatura no están siendo suficientes: el mes de septiembre ha sido uno de los meses en los que menos beneficiarios del bono social se han registrado desde que se impulso esta prestación, a pesar de que el Gobierno pusiese en marcha una prórroga automática hasta el 30 de septiembre de las solicitudes ya en vigor, para evitar cortes de suministros.
Las familias numerosas, en el foco
El pasado mes de enero, la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, abrió la puerta a excluir a las familias numerosas del bono social, del que ahora se benefician de él con independencia de su renta, para asegurar que la ayuda recae en quienes más lo necesitan.
Durante una comparecencia en la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico del Congreso de los Diputados, Ribera señaló que con el sistema actual se puede estar dejando a un lado recursos que podrían destinarse a colectivos particularmente necesitados. Actualmente, las familias numerosas -tres o más hijos- se benefician automáticamente de descuentos en el precio de la luz de entre el 25 y el 40%, con independencia de su renta o patrimonio. En concreto, de los 1.168.542 hogares beneficiarios del bono social, 312.971 son familia numerosa.
En concreto, de los 1.168.542 hogares beneficiarios del bono social, 312.971 son familia numerosa.
“A veces nos encontramos con que no necesariamente es así y si cruzamos información de renta y patrimonio podemos estar dando cobertura a personas que pueden manejarse mejor y dejando a un lado recursos que podrían destinarse a colectivos particularmente necesitados” ha señalado la ministra.
Según Ribera, la falta de criba económica en este caso que podría estar beneficiando a consumidores que no necesiten la ayuda que, sin embargo, es fundamental en un buen número de hogares donde la factura energética es una de las cuestiones que más preocupación supone para llegar fin de mes. Así, Ribera apuesta por consolidar y ampliar el bono social eléctrico concentrándose en quienes más lo necesitan y se abre a revistar las categorías fijadas en 2017 de consumidor vulnerable para ver si se corresponden realmente con quienes más lo necesitan, porque a veces no necesariamente es así.