LA GESTIÓN DEL AGUA NECESITA TAMBIÉN LA COLABORACIÓN CIUDADANA

El Canal de Isabel II trabaja para evitar el estrés hídrico en la Comunidad de Madrid

Embalses
Canal de Isabel II

La ausencia de suficientes precipitaciones está provocando que los embalses de la Comunidad de Madrid hayan reducido su capacidad respecto al pasado año situándose en el 51%.

Al mismo tiempo que se produce esa reducción de la oferta de este preciado recurso natural existe un incremento de la demanda. La falta de lluvias y las elevadas temperaturas medias registradas en lo que va de año continúan elevando el consumo en la Comunidad de Madrid.

En concreto, el pasado mes de noviembre concluyó con un incremento del 5,7% de la demanda, hasta los 37,3 hectómetros cúbicos, y el consumo de agua en lo que va de año hidrológico, es decir, desde el 1 de octubre, ha subido un 5,1 % respecto a 2016. Si tomamos como referencia el año natural, el incremento es de un 2,7%.

Con todo ello el volumen de agua embalsada actual es inferior a la media contabilizada en las últimas dos décadas (del 60,9% a estas alturas del ejercicio). Por ello el Canal de Isabel II ha iniciado actuaciones para evitar cualquier potencial situación de estrés hídrico en la región.

“La situación es de normalidad, pero estamos teniendo un inicio de año hidrológico que está empeorando los registros históricos conocidos y por ellos es necesario fomentar un uso racional del agua”, señalan en el organismo. Y es que, a pesar de la citada falta de precipitaciones que sufre tanto la Comunidad de Madrid como el resto de España, la situación hidrológica en la región es mejor que la media de la Cuenca del Tajo e incluso de la española.

 

El Canal cuenta con una red de 14 embalses con una capacidad máxima cercana a los 1.000 hm3. Además, el desarrollo del agua regenerada para usos públicos e industriales permite preservar casi 20 hm3 de agua potable (unos 15 días de consumo en la Comunidad de Madrid).

Otro de los focos sobre los que se ha centrado la gestión es la renovación de redes, reduciendo el volumen de pérdidas sobre agua derivada de un 6,5% en 2010 al 1,98% en 2016 (-70%). En cuanto al fraude (otro de los elementos claves para optimizar la gestión hidrológica), se mantiene una fuerte vigilancia para evitar las acometidas ilegales.

Las campañas de concienciación ciudadana y unas tarifas progresivas que penalizan los fuertes consumos han permitido al Canal, con un precio del agua inferior en un 23% a la media española, reducir el consumo per cápita en casi un 30% desde la última sequía de 2005.

En cuanto a la colaboración ciudadana, la empresa pública señala que son los pequeños gestos los que logran reducir el consumo en los hogares, como cerrar el grifo al lavarse los dientes (ahorro de 12 litros por minuto); usar la lavadora y el lavavajillas a carga completa (ahorro de 30 litros por uso) y ducharse en lugar de bañarse (ahorro de 150 litros por ducha). Todas estas recomendaciones y otras más pueden consultarse en la web www.sumatealretodelagua.com/ y en la página de Facebook /elretodelagua.

 

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