Bruselas obligará a reducir el consumo eléctrico un 5% en las hora de la cena
La Comisión Europea ha presentado este mediodía sus principales propuestas para hacer frente al posible corte del suministro de gas por parte de Rusia. Entre ellas, destaca la obligación para todos los países de reducir el consumo eléctrico un 5% en las horas de pico de precios de la luz, que son las centrales del día en casi todos los países, pero que en España suelen ser las de la cena.
Otras medidas que ha anunciado la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ya habían sido adelantadas por OKDIARIO, como el establecimiento de un precio máximo para comprar el gas a Rusia o un nuevo impuesto sobre los «beneficios caídos del cielo» de las centrales eléctricas que no producen con gas (nuclear, hidroeléctrica, renovable, etc.), que finalmente se va a imponer a partir de un precio de 200 euros/MWh.
Von der Leyen no ha dado detalles sobre cómo se va a llevar a la práctica la obligación de reducir el consumo en las horas de precios máximos. Una opción, referida a los consumidores industriales, es la llamada «interrumpibilidad», es decir, mediante contratos que permiten a las eléctricas reducir o cortar el suministro a cambio de una compensación a estas industrias o una rebaja futura en su factura. Algo que ya ha puesto en marcha el Gobierno en España -a propuesta de Bruselas-, como también informó este medio. «Necesitamos una reducción inteligente de la demanda», ha dicho la presidenta de la Comisión, tras evocar la «escasez energética mundial».
Beneficios caídos del cielo
Respecto al impuesto a los beneficios caídos del cielo, la presidenta lo ha justificado porque «es el momento de que los consumidores se beneficien de estos bajos costes de las fuentes energéticas bajas en carbón, como las renovables. Así que propondremos reconducir esos beneficios inesperados para apoyar a los hogares y empresas vulnerables», justificó.
No contenta con eso, ha propuesto una «tasa de solidaridad» adicional a las grandes compañías petroleras y gasistas, que se redirigirá a empresas y hogares vulnerables, aunque no ha detallado cómo se llevará a cabo.
Respecto a la propuesta para limitar el precio de compra del gas ruso, von der Leyen ha explicado que tiene el objetivo «muy claro» de «reducir los ingresos que (Vladímir) Putin utiliza para financiar su atroz guerra en Ucrania». Y ha añadido que la Comisión también está barajando aplicar un límite a los precios del gas natural licuado que llega en barco, aunque no es una de las cinco medidas planteadas formalmente a los estados miembros.
Por último, ha añadido otra iniciativa consistente en ayudar a las compañías energéticas que afrontan problemas de liquidez derivados de la volatilidad de los mercados, una situación que «amenaza su capacidad de comerciar y la estabilidad de los mercados de futuros».
En esta línea, Bruselas actualizará el marco temporal de ayudas de Estado para que los países miembros puedan desplegar «rápidamente» avales públicos en apoyo de estas empresas.
El próximo viernes, los ministros de Energía de los Veintisiete se reunirán en un consejo extraordinario en Bruselas que deberá servir para debatir esta tanda de medidas planteadas de la Comisión y las que puedan proponer los países.