El Banco de España reconoció a la CNMV que no sabía si las cuentas de Banco Popular eran correctas
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El Banco de España reconoció a la CNMV que no sabía si las cuentas de la ampliación de Banco Popular en 2016 eran correctas y, aun así, no puso pegas a la operación. Así lo aseguró este jueves en la Audiencia Nacional el exdirector de mercados primarios de la CNMV, Carlos Lázaro.
Lázaro declaró como testigo ante el juez José Luis Calama que instruye una causa por la posible falsedad de las cuentas de la citada ampliación de Popular bajo la presidencia de Ángel Ron. El magistrado le preguntó insistentemente sobre si el Banco de España o la CNMV investigaron la situación de la entidad antes de autorizar la operación.
Y ahí es donde el exdirectivo del supervisor bursátil señaló que, en un intercambio de comunicaciones entre CNMV y Banco de España, este último reconoció que «no se dispone en la actualidad de datos que permitan valorar la razonabilidad de los importes de coberturas indicados por el Banco Popular en caso de materializarse las incertidumbres descritas en la Nota de Valores, pues las cifras indicadas anteriormente se refieren a cálculos efectuados a partir de información recibida que no tiene en cuenta ni la probabilidad de ocurrencia de tales incertidumbres ni cómo pudieran impactar las mismas en el análisis de las provisiones necesarias en la cartera del banco».
Es decir, el Banco de España (brazo en nuestro país del BCE, que es quien tiene las competencias de supervisión desde 2012) no era capaz de determinar si el nivel de provisiones de Popular para cubrir sus activos problemáticos -créditos morosos e inmuebles adjudicados- era adecuado o no.
Bankia sí detectó que las cuentas no eran correctas
Ese nivel era crítico para que las cuentas del banco reflejaran su verdadera situación, ya que las provisiones implican pérdidas para las entidades. Si no había provisionado lo suficiente, estaba dando un beneficio mayor del real. La posible falsedad de las cuentas es el delito por el que está imputado Ron.
De hecho, ayer también declaró Leopoldo Alvear, exdirector financiero de Bankia y ahora en Banco Sabadell, quien confirmó que ellos detectaron una insuficiencia de provisiones en los activos problemáticos, así como deficiencias en las tasaciones inmobiliarias. De hecho, llegó a afirmar que podía interpretarse por terceros que el folleto no reflejó bien los riesgos que tenía el banco y la imagen fiel de la entidad.
A pesar de esa incertidumbre, ni el Banco de España ni el BCE pusieron pegas a las cuentas de la ampliación (en una inspección al año siguiente sí encontraron graves deficiencias). Una actuación que recuerda a la de la salida a bolsa de Bankia en 2011, por la que los responsables del supervisor ni siquiera tuvieron que sentarse en el banquillo.
La CNMV tampoco puso ninguna pega al folleto de la ampliación de Popular (más allá de cuestiones formales); Lázaro alegó ayer que no tenía competencias para ir más allá. En aquel momento, su presidenta era Elvira Rodríguez (ahora portavoz de Economía del PP en el Congreso).
Sin embargo, su sucesor, Sebastián Albella (que había asesorado al Popular en la ampliación desde Linklaters) hizo un informe a posteriori indicando que las cuentas de la operación no eran correctas, y que la CNMV sí tenía competencias para revisarlas.